A razón de una demanda presentada por Walter Wagner, un oficial de seguridad nuclear retirado, y Luis Sancho, un escritor español especializado en ciencia, un juez estadounidense rechazó el argumento del "cese inmediato de operaciones del LHC", arguyendo que las cortes federales de los Estados Unidos no tienen jurisdicción sobre el CERN, con base en Suiza, Geneva.
La historia va así: Walter Wagner y Luis Sancho habían presentado una demanda ante una corte federal estadounidense, reclamando el cese inmediato de operaciones del Large Hadron Collider. Los demandantes afirmaron que el experimento podría crear agujeros negros y destruir todo el mundo, cosa que ya ha sido desmitificada por el informe LSAG.
El juez a cargo, un hawaiano para más detalles, rechazó la demanda arguyendo que Estados Unidos no tiene jurisdicción sobre Suiza y que el gobierno norteamericano no ha proporcionado el financiamiento necesario como para poder decir algo al respecto (USA financió menos del 10% de los costos totales del LHC).
Siendo que, en total, fueron 100 los países que financiaron la construcción del aparato, hay poco que los Estados Unidos puedan hacer contra el CERN y su LHC. Y el juez lo dejó en claro en un documento de 24 páginas que, seguramente, debe ser apasionante de leer. Sin embargo, esta demanda no genera ningún precedente en otra paralela que se está estudiando en la Corte Europea de Derechos Humanos, que afirma que el experimento viola los derechos fundamentales de la vida, según la Convención Europea de Derechos Humanos. ¿No será mucho?
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