Maximiliano Ferzzola
Alimento para la mente en forma de videojuegos. Todo lo que necesitas para nutrir tus neuronas con ricos alimentos digitales. Viktor the Nth es un juego generacional; Spectromancer es un Magic simplificado y Socrates Jones un Phoenix Wright de filosofía. ¡A filosofar!
Red Extiction: ¡Los virus rojos tienen el tiempo contado! Un pequeño anticuerpo se comenzará a abrir paso entre sus filas y llegará hasta el foco de la infección, evolucionando batalla tras batalla. ¡Ese anticuerpo eres tú! Sí, en Red Extiction juegas con una inmunoglobulina a la que deberás equipar y mejorar, para así superar las diferentes oleadas de enemigos, jefes incluidos. Lo más divertido es poner las armas en el personaje, pues eso nos permite planificar estrategias y acercanos al juego de diferentes maneras. Simple, pero divertido. ¿Más cosas con virus? ¿Qué tal un simulador? Simulation_237.
Knight Runner: ¿Conoces Burrito Bison? Sí, ese juego en el que debías escapar de la tierra de los ositos de gominola, saltando sobre ellos. Pues Knight Runner es muy pero muy similar. La premisa es exactamente la misma, nada más que en vez de ser un bisón luchador, aquí juegas con un caballero que deberá escapar de un ataque al reino, sorteando zona tras zona. Primero “lanzas” al caballero, cuya energía disminuye a medida que corre. La única forma de reponer energía es saltando sobre los monstruos. Cada nueva zona, requiere mayor cantidad de energía. Entre niveles mejoras y compras habilidades, y siempre existen tres desafíos abiertos que al ser completados son reemplazados por otros. Divertido y super casual.
Viktor the Nth: En Viktor the Nth controlas no solo a un personaje, sino a toda una generación de personajes. ¿Cómo es eso posible? Cada vez que mueres, comienzas desde el principio controlando al hijo del personaje fallecido. Tu objetivo es escapar de las heladas tierras que siempre han sido el hogar de tu familia, buscar un futuro mejor para las próximas generaciones. Pero escapar de este mundo llevará tiempo, mucho tiempo. Años, décadas, incluso centurias si no juegas demasiado bien. Es que a aquí los años pasan en segundos, y no será posible completar la aventura sin morir de viejo. Pero sí es posible ir allanando el camino para tus hijos tengan mayores posibilidades. Un juego y una metáfora.
Spectromancer – Gathering of Power: Uno de mis preferidos de todos los tiempos. ¡Me puedo pasar horas librando batallas contra los magos de este mundo fantástico! Para que se entienda: Spectromancer es a un horno de microondas, lo que Magic: The Gathering es al colisionador de hadrones. Para el caso, ambos te pueden cocinar una salchicha. Lo bueno de Spectromancer es que ninguna partida se le parece a la otra, incluso con una selección de cartas tan acotada como la este juego. En el modo campaña cada mago enemigo tiene bien estudiada su estrategia y la realizará con maestría, incluso en los niveles de dificultad normales. Las cartas de la especialidad, exclusivas de cada mago, también hacen una diferencia abismal. Porque cada baraja de Spectromancer está pensada para que funcione en sinergia con las otras. Eso sin contar que algunas tienen poderes que pueden ganar una partida en un par de turnos, si sus estrategias son bien ejecutadas. Para agregar mayor variedad a los duelos, las condiciones de victoria pueden variar de enemigo a enemigo y hasta se comenzarán algunas batallas con cartas ya en juego, sea en tu campo o en el del enemigo, lo que marcará el comienzo y el desarrollo de toda la partida. ¡Un juegazo! Me llevó unas tres horas terminarlo, y eso solo con un personaje, ¡así que además es largo! Lo super recomiendo.
Socrates Jones – Pro Philosopher: Si te gustó Phoenix Wright: Ace Attorney, entonces Socrates Jones – Pro Philosopher te será una delicia. ¡Lo juro! Porque usando un sistema de argumentación muy similar al del juego del abogado, aquí deberás debatir con algunos de los filósofos más célebres de la historia, comenzando con el sofista Eutifrón, pasando por Protágoras, Thomas Hobbes, John Stuart Mill e Immanuel Kant, en ese orden. Es que en Socrates Jones eres un contador que, a causa de un accidente, termina en una especie de “cielo de filósofos”. Si quieres salir de ahí, y regresar a la vida, deberás responder la pregunta del Árbitro: ¿Cuál es la naturaleza de la moralidad? Por suerte, el cielo está lleno de filósofos deseosos de expresar su opinión al respecto. Escucha sus argumentos, pide más información cuestiona la relevancia de las premisas, pide evidencias o, mejor aún, ¡desafía la premisa! NONSENSE! Pero, ¡ten cuidado! Porque si no das con el argumento correcto para la premisa desafiada, pierdes prestigio. Si te quedas sin prestigio, es game over. Todo un diálogo. Cada filósofo entrevistado nos da una serie de afirmaciones que, al finalizar, deberán ser usadas para sacar “nuestra” propia conclusión (las comillas son importantes). Por supuesto que el juego tiene muchas fallas, y muchas veces los argumentos que se nos dan no son los que necesariamente utilizaríamos, pero es un sincero intento de alcanzar parte de la visión filosófica a un medio que, hasta hoy, le era bastante ajeno. Todos los aplausos. ¿El mayor problema? Si no sabes inglés, ni lo intentes.
