El que no juega desespera. ¡Y nosotros no queremos que desesperes! Por eso, y como desde hace ya una incontable cantidad de semanas (imposible decir cuántas), todos los jueves te traemos los mejores juegos online flash de la web. En esta ocasión tenemos un menú a la carta, con las alitas de pollo de Papa’s Wingeria como plato principal y las naves de Reactance 2 y Fat Cat de postre. Porque tanto si te gusta esquivar disparos, como si disfrutas de cocinar deliciosas alitas, la cuestión es no desesperar. ¡A jugar!
Running Warrior: Un juego simple, adictivo y sin demasiadas vueltas. En Running Warrior juegas con un pequeño guerrero que avanza hacia su destino. Y lo hace literalmente, pues el camina solo, siempre hacia adelante. Tú puedes saltar, pegar y correr, entre otras cositas (que tendrás que comprar con las monedas obtenidas en tus paseos). Como es lógico, a medida que avanzas la cosa se irá poniendo más difícil y necesitarás de nuevas habilidades para superar las pruebas, así que estás obligado a morir unas cuantas veces para llegar al final. Un juego para jugar con una sola mano.
Reactance 2: ¡Navecitas espaciales multicolores explotando en estallidos luminosos! Flotas enteras de acorazados cósmicos cayendo ante la destreza de nuestros ágiles dedos. ¡Pantallas llenas de disparos en verdaderos infiernos de balas! ¡Esquiva! ¡Destruye! ¡Aplasta! Reactance 2 no trae nada demasiado nuevo. Es el clásico un juego de navecitas, con mejoras entre nivel y nivel, pero muy bien hecho. Tiene mejoras de todo tipo, tiene una acción fluida y divertida, tiene poderosos jefes especiales y, lo mejor, tiene disparos por toda la pantalla. Recuerda que en estos casos el punto débil de tu nave es el centro, no toda ella está mapeada para recibir daño. O sea: ¡Esquiva! ¡Destruye! ¡Aplasta!
Fat Cat: Un juego de naves diferente. Aquí controlas a un búho robótico inmortal. Sí, la navecita principal en el juego no puede morir. Lo que sí puede morir es su compañero, el gato gordo. Pero necesitas al gato gordo, porque es el único con el poder del Eructo Final, la única arma capaz de arrasar con los muros que obstruyen tu progreso. Así que el gatito obeso debe sobrevivir, y el búho inmortal será el encargado de llevarlo a buen puerto. Al felino lo puedes mover, cogiéndolo y empujándolo, pero así no puedes disparar. Presionando la barra disparas el eructo, pero antes deberás cargarlo comiendo cosas ricas. Además, Fat Cat no es todo disparos, sino que en los niveles deberás pensar y actuar rápidamente para abrirte paso. Ya verás. Un juegazo de Nitrome.
Sequester: Un sombrío juego que transcurre en el sueño conjunto de un niño sonámbulo y su hermana muerta. ¡Ay! Resulta que tu hermana murió el día de su cumpleaños, tiempo atrás, y desde entonces su alma ha quedado cautiva en un limbo onírico lleno de sombras y oscuridad. Se ha cumplido un año desde aquel evento, tu familia jamás se pudo recuperar y todo es tristeza en el ambiente. Te acuestas a dormir, cierras los ojos y… allí la escuchas. ¡Es ella! ¡Y tu estás en ese maldito lugar! Un lugar infinito, un cubo que gira, y en el que cada cara hay un desafío. La consigna es clara: encuentra el alma de tu hermana, que te irá guiando a través de una bella y conmovedora narración, y llévala hacia la luz. ¡Cuidado con las sombras que acechan a cada paso! Sequester es un gran juego de ingenio, que cuenta una linda y tenebrosa historia, y lo hace con estilo. Además, y a medida que avanzamos, los puzzles se vuelven cada vez más sesudos, como deben ser. ¡Recomendado!
Papa’s Wingeria: ¿Y qué demonios es una Wingeria? Pues parece ser una casa de comida en la que se venden alitas de pollo con todo tipo de acompañamientos, salsas y aderezos. ¡Qué hambre! Es que después de haber trabajado para hamburguesería de Papa, para su taquería y para su pizzería (entre otras cosas), ahora le llega el turno al pollo. El juego es idéntico a los anteriores, así que si eres un cliente frecuente, no te encontrarás demasiadas sorpresas. Si nunca has atendido alguno de los restaurantes de Papa, debes saber que están compuestos por cuatro estaciones de trabajo: donde atiendes a los clientes, donde cocinas las alitas, donde ensalsas las alitas y donde preparas el plato final. Cada estación tiene sus condiciones para lograr un resultado óptimo. Por ejemplo, a los clientes no les gusta esperar, así que mientras más rápido lo atiendas mejor puntaje lograrás en esa estación. En la estación de cocina, tienes que estar atento a sacar las piezas en el punto justo, ni crudo, ni quemado. Y así. Al final, al entregar el plato, el cliente prueba una pieza y te dejará una propina de acuerdo al puntaje final (un promedio de todas las estaciones). Entre niveles, puedes comprar afiches que mejoran el lugar (y el tiempo de espera), y otras muchas cosas, como una campana para la puerta (que te avisa cuando llega un nuevo cliente), etc. ¡Muy bueno!