¡Estamos a mitad de año! ¡Qué horror! Ni cuenta nos dimos. Es que el tiempo vuela cuando uno se divierte, y se arrastra cuando te aburres. Qué lástima que no es al revés, porque entonces estos juegos alargarían la vida, ¡porque son divertidísimos! En esta edición, Stunt Crazy, de coches y explosiones; Zombus, un autobús contra los zombis; Space Arcade, disparos y naves espaciales con nostalgia; Pogo Rampage, un asesino serial saltarín y Hacker vs. Hacker, para sentirte Zero Cool. ¡A jugar!
Stunt Crazy: En Hollywood la fama puede venir desde muchos lugares. El éxito te puede sonreír tanto porque tengas un escote privilegiado (y sepas usarlo), como si eres un excelente actor o director. Pero detrás de toda película hay un ejército de dobles de riesgo cuyo trabajo, justamente, es esconder su identidad (por la del actor que dobla). Anónimos que ponen su vida en riesgo para que haya más explosiones y acción en el celuloide. De eso trata, un poco, Stunt Crazy. Conduces un coche (cuál, depende de la película) y tu misión será destrozar todo lo posible, juntar dinero y coger todas las cintas de celuloide. Por cada pista tienes tres tomas y de acuerdo a tu desempeño, será la calificación final de la película. Además, tiene multiplayer (en modo hot seat) y un editor de niveles. Muy bueno. Otro muy parecido, pero totalmente diferente es King of Sweden 2.
Zombus: Todo está perdido. Los muertos se han levantado de sus tumbas y caminan por la Tierra. Reclaman cerebros, lo único capaz de calmar, aunque sea por unos segundos, el suplicio de la muerte. Pero el humano pertenece a una especie tenaz, capaz de aferrarse a la vida, y a las esperanzas, hasta la última de las consecuencias. Y allí vas tú, con tu autobús del juicio final, recorriendo las calles pobladas de cadáveres y visceras, rescatando sobrevivientes aterrorizados, aplastando todo zombie que se cruce en tu camino. Tu misión: llegar a las zonas seguras. Supera los niveles con maestría, y puntos de mejoras. Como el final de Dawn of the Dead. Cuando llueve, diluvia. Por eso, uno muy parecido: Zombocalypsis.
Space Arcade: Un poco de navecitas, un poco bullet hell y un poco de nostalgia para uno de esos juegos que te elevan el ritmo cardíaco y le inyectan un mínimo de adrenalina a tu día de oficina. Lo de siempre se aplica: nivel tras nivel irás ganando monedas para mejorar tu nave y así poder hacer frente a cada uno de los 30 niveles de Space Arcade. Estos juegos, en los que se pueden comprar mejoras a cambio de créditos ganados en los niveles, suelen tener una dificultad más o menos lineal. Balancean, sin demasiado esfuerzo, la dificultad del juego con la pericia del jugador. Si eres malo, a lo sumo tienes que jugar más veces los niveles para ganar más dinero, pero el juego lo superas.
Pogo Rampage: Un juego descerebrado por completo y adictivo como el que más. Salta sobre los cráneos de la gente, cae sobre sobre los coches, explota los aviones, esquiva los ataques policiales, ¡conviértete en el rey del mundo! La cosa es simple: si saltas sobre algo que no sea el suelo, no pierdes energía. Si tocas el suelo, pierdes energía. Cuando la barra de energía queda vacía, se termina el nivel y se te da la posibilidad comprar mejoras y comenzar de nuevo. Descerebrado es poco, ¡pero qué divertido!
Hacker vs. Hacker: El plato fuerte de la semana, un juego super original que toma de los mejores y lo empaqueta con moño para los fanáticos de la informática. Hacker vs. Hacker es una batalla campal entre… ¡adivina! Las peleas son de un lado y de otro. Un tower defense, en el que puedes enviar tus propias unidades al ataque y no solo defiendes. Imagina un Plants versus Zombies en donde el enemigo también tiene un jardín que defender y tú tienes la habilidad de enviarle diferentes tipos de zombies. Eso mismo, pero con ordenadores y bichos binarios. Tú de tu lado del tablero, el hacker enemigo en su lado. Si te metes en la acción, y te lo permites, te sentirás Zero Cool. Un juegazo.