Por cada un juego que sale, existen decenas de juegos cancelados. Títulos que se quedaron en un mero concepto, algunos otros que no abandonaron el primer prototipo y también muchos otros que, por diferentes razones, debieron ser abandonados en etapas avanzadas de desarrollo. Hoy, y porque me encanta imaginar lo que hubiese podido ser, veremos algunos cuantos de esos juegos, ¡todos los basados en películas de horror!
Hellraiser (NES)
La cancelación del videojuego de Hellraiser sea, probablemente, una la que más duele. El concepto era genial: hubiésemos controlado a un personaje atrapado en la caja de Lemarchand, el aterrador puzzle que abre las puertas del infierno. Por supuesto, los cenobitas hubiesen sido los enemigos principales, todos con sus aterradores y sanguinolentos poderes.
La misión del jugador hubiese sido resolver el puzzle primero para escapar de la caja y luego hacer el proceso inverso desde el exterior, para volver a cerrarla y enviar a los demonios cenobitas de vuelta al infierno. Dentro de la caja, el jugador hubiese podido encontrar maneras de manipular el exterior, moviendo el puzzle y creando nuevas zonas de juego, en un estilo que suena muy a lo metroidvania pero que probablemente no lo sea.
Hellraiser, el juego cancelado de NES, iba a ser tan grande y sofisticado que hubiese tenido que usar un cartucho especial, conocido como “Super Cartridge” (que contenía un procesador extra que modificaba los juegos en la RAM del cartucho sin alertar al procesador del NES). Lo que es más, los gráficos hubiesen sido en el mismo “pseudo-3D” de DOOM, pues Color Dream (empresa a cargo del desarrollo), había licenciado el motor del juego de id para adaptarlo a su tecnología. ¡Color Dream incluso tenía los derechos de la película! Entonces… ¿qué pasó?
Pues digamos que, tal vez, que Hellraiser para NES se haya cancelado no haya sido tan malo después de todo. Color Dream se negaba a pagar licencia por sus juegos a Nintendo, y había desarrollado la tecnología para que sus productos se saltaran la “protección anticopias” de la NES. En un principio, coló. Pero luego Nintendo se puso furibundo y advirtió a las cadenas que comercializaban sus productos, que si encontraban un solo cartucho no oficial en sus tiendas, dejarían de recibir su mercadería.
Siendo Nintendo el rey de la colina, todos cumplieron con la ley y los juegos de Color Dream dejaron de venderse en las principales cadenas. Ese contratiempo, sumado gasto extra que supondría fabricar en escala el “Super Cartidge“, boicoteó los intentos de Color Dream en llevar Hellraiser a los 8 bits. Y decía que tal vez haya sido una fortuna que las cosas se dieran así, porque Color Dream luego se transformó en Wisdom Tree. Sí, Wisdom Tree, la empresa responsable de la infame Bible Adventures, entre otros deplorables juegos religiosos para NES. Además, claro, del increiblemente extraño Super 3D Noah’s Ark, en el que finalmente usaron el motor licenciado por id.
A Nightmare in Elm Street (NES)
Sí, hay un juego de A Nightmare in Elm Street, pero no es el que originalmente debió ser. Lo que recibimos fue una atrocidad para 4 jugadores que tiene un concepto interesante, pero una ejecución atroz. La versión que debió ser, la cancelada, era todo lo contrario: en vez de a los “dream warriors”, hubiésemos controlado al mismísimo Freddy. Tu misión hubiese sido matar a todos los “Guerreros del Sueño”, que están revolviendo toda la ciudad en busca de tus huesos. Si los adolescentes lograban juntar tu esqueleto completo y darles sagrada sepultura, es Game Over. Pero Freddy hubiese tenido poderes similares a los de las películas, pudiendo viajar por los espejos o moviéndose por los cables eléctricos, y logrando transformaciones aterradoras (en el poster se puede ver a Freddy en forma de serpiente).
Se cree que esta versión de A Nightmare in Elm Street fue cancelada debido a la polémica desatada por los juegos violentos, que cada vez tenían menos espacio en las bateas de los comercios, que sistemáticamente se negaban a venderlos, por presión de los padres. Posiblemente, para qué mentir, no hubiese estado tan bueno, ya que LJN estaba a cargo de su desarrollo, pero no deja de molestar que la moral de unos pocos nos prohibiera de lo que, muy posiblemente y al menos, hubiese sido mejor juego que el que finalmente recibimos.
Chucky: Wanna Play? (PC)
La historia de Chucky: Wanna Play? es corta y dolorosa. En 2012, a 18 meses y medio millón de dólares invertidos, la empresa TikGames decidió buscar fondos en Kickstarter, largando una campaña bastante mediocre. Tan mediocre, que de los 925.000 dólares de objetivo, solo lograron recaudar 585. La idea no estaba nada mal. Controlaríamos a Chucky (del cual la empresa se había asegurado la licencia), y deberíamos ir por diferentes escenarios matando gente. ¿Qué más se podía pedir del juego de un muñeco maldito y asesino? Por desgracia, el rotundo fracaso de la campaña descorazonó a los desarrolladores, quienes cancelaron el proyecto. Si nos dejamos llevar por las imágenes del juego, nuevamente, tal vez fue para mejor.
Campfire: Become Your Nightmare (PS2/XBOX)
¿A quién no le gusta un buen slasher? De los clásicos, eh. Halloween, Friday the 13th, My Bloody Valentine, etc. ¡Los mejores! Y por eso duele mucho que un proyecto como Campfire: Become Your Nightmare se haya cancelado. Ya desde el trailer conquistaba nuestros corazones sedientos de sangre. De haberse concretado, Campfire hubiese sido un “reverse survival horror” en donde te tocaba jugar con el asesino serial de la película. Sí, ¡con el slasher! La ambientación estaba planeada para ser épica, ubicada en los 70s y en los 80s, durante la época dorada del género y el juego nos hubiese permitido elegir uno de entre varios psicópatas con los que aterrorizar y masacrar a decenas de pobres adolescentes.
El juego debería haber salido en 2009 para PS2 y Xbox, pero nunca vio la luz. Incluso había una versión móvil también planeada, que siguió el mismo destino.
George A. Romero’s City of the Dead (PS2/XBOX)
¡La alegría que tuve cuando me enteré, en su momento, de este juego! Como fanático acérrimo de la obra de Romero, en la que hubiese estado basado, y en una época donde los juegos de zombis no habían proliferado, este fue uno de mis juegos más esperados. El trailer mostraba un FPS más o menos abierto, en donde los zombis poblaban las calles, un concepto que no estaba demasiado explorado en esos años (2005, más o menos).
La acción hubiese transcurrido en la isla de “Ningún Futuro”, en donde se habrían realizado experimentos militares que levantaron a los muertos. City of the Dead hubiese tenido al mismísimo Tom Savini brindando su voz y su apariencia para encarnar un personaje, que al principio sería secundario pero más tarde se volvería jugable.
Se cree que George A. Romero’s City of the Dead fue cancelado debido a problemas económicos de la empresa a cargo de su desarrollo, Hip Interactive. Según aquellos que pudieron ver videos del juego en movimiento, durante la E3 de 2005, el juego era super violento y con sangre y gore en exceso, como nos hubiese gustado. ¡Qué pena!
Tremors: The Game (PS2/XBOX/PC)
En 2002 se conoció que Rock Solid Studios estaba trabajando en un juego de Tremors, la gloriosa saga de los monstruos subterráneos y en cuya primer película pudimos ver a un super poderoso Kevin Bacon luchando contra gusanos prehistóricos asesinos. Iba a ser un juego de acción en tercera persona, estilo survival, en donde el jugador debía combatir contra Graboids y Shriekers, usando el terreno para no llamar la atención de los Graboids y para esconder tu temperatura de los Shriekers. El juego se canceló durante 2003, silenciosamente y sin dar detalles.
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Bueno, esos son todos los juegos cancelados basados de películas de terror que conozco. ¿Tú sabes de alguno más? ¡Deja un comentario! Y, de paso, una pregunta: de todos estos juegos fracasados, ¿cuál te gustaría jugar si tuvieras la oportunidad? Ah, y si quieres juegos de terror en realidad virtual, que sí puedes jugar, pincha en el enlace.
Recuerdo haber jugado una copia completa de George Romero City of the Desde en Xbox y el final era pésimo en si el juego valía la pena por la idea y el hecho de jugar algo con su nombre.