Uno de los juegos más antiguos, y al mismo tiempo, uno de los más atractivos. El ajedrez encaja a la perfección dentro de la categoría «fácil de aprender, difícil de dominar», y su perfil tradicional garantiza cierta continuidad en las reglas básicas, pero eso no nos impide disfrutar de algunas modificaciones. Una de ellas es Rogess, que a simple vista es otro ajedrez en línea, sin embargo, esconde varios elementos pertenecientes a los RPG que te tomarán por sorpresa.
El ajedrez está lleno de leyendas, granos de arroz, grandes maestros que se enfrentan en épicas batallas, herramientas para mejorar nuestra habilidad, y mucho más. Pero si dejamos a un lado su extrema popularidad y la estabilidad de sus reglas, lo cierto es que siempre hemos coqueteado con la posibilidad de alterar su mecánica.
El mundo de la ciencia ficción no dudó al crear variantes como el ajedrez tridimensional, el preferido del señor Spock, pero también encontramos cosas al nivel del chessboxing, en el que los oponentes intercambian golpes y movidas.
Para la gran mayoría del público, el ajedrez es un juego de estrategia desplegado dentro un campo de batalla perfecto con ejércitos en igualdad de condiciones, sin embargo, existe una pizca de rol dentro de esa combinación.
Después de todo, cuando juegas eres el comandante de uno de los ejércitos, el cual triunfa o muere dependiendo de tu habilidad y tu visión. Ahora, si extendemos esa misma dosis de RPG a las piezas y las reglas del ajedrez, ¿qué obtenemos? Algo como Rogess.
Rogess: Híbrido de juego de rol y ajedrez
Lo primero que hace Rogess, diseñado por Jonathan Lessard y Pippin Barr, es engañarnos. ¿Por qué? Porque su interfaz es la de un juego de ajedrez normal. Tablero de 8 x 8, blancas, negras, ocho peones de cada lado, nada extraño.
Sin datos adicionales disponibles, inicié la partida «pensando en ajedrez», pero cuando llegó el momento de atacar a una pieza… recibí un «MISS».
¡Allí está el elemento RPG! Verás, cada pieza posee un nivel de salud o HP: 10 puntos para el rey, 9 para la reina, 5 para las torres, 3 para caballos y alfiles, y 1 para los peones.
Y si planeas tomar una pieza enemiga, deberás atacar en múltiples ocasiones hasta dejarla sin HP. El rey, la reina y las torres golpean un poco más duro de lo normal, pero el proceso está atado a un RNG en segundo plano.
Un detalle fundamental es que el rey puede quedar «descubierto», ya que su derrota definitiva no es posicional: En Rogess, debes matar al rey.
Sólo tengo dos críticas para el juego: Necesita más feedback y estadísticas, y su inteligencia artificial juega bastante mal. Por suerte, existe un modo para dos jugadores, y ahí es cuando todo cambia.
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