Aun sufriendo algunas réplicas de lo que fuera el terremoto más devastador de su historia, y el golpe fatal del Tsunami que azotó las costas japonesas, el país insular tiene todo para salir adelante de ahora en más, y el primer paso es la búsqueda de sobrevivientes. Para esta ardua tarea, los servicios de rescate de Japón están desplegando unidades robots que con cámaras especiales y movilidad con adaptación a distintos terrenos ayudan a llegar a lugares donde el humano no puede y colaborando para salvar vidas.
Todavía es muy difícil desembarazarse del estupor en el que uno se sumerge cuando un desastre natural como el sucedido en Japón el viernes pasado se lleva la vida de tantas personas, y al mirar las imágenes y videos caseros que se desplazan por los medios de comunicación mostrando la destrucción en la que está inmersa esa población, lo único que puede ser consolador es tener conocimiento de la preparación que tiene el país del sol naciente tanto para contrarrestar lo imprevisible como para menguar sus consecuencias. En este aspecto es donde la tecnología toma un papel muy importante, porque lo que importa ahora es la búsqueda de sobrevivientes, y para esto se están utilizando robots de rescate que revisan entre los escombros con la misión de encontrar signos de vida y facilitar la tarea a los rescatistas.
Entre las unidades que han sido mayormente afectadas a esta situación de emergencia, fuentes de cobertura más local aseguran que dos equipos ubicados en Tokyo y en Sendai están trabajando ya en las zonas que han sufrido la mayor parte de los daños. Una de estas ciudades es Sendai, a la que el terremoto de 8.9 puntos en la escala de Richter dejó con un nivel de devastación de los más altos en Japón, y ante lo cual un equipo de robots estaría a punto de desplegarse en la zona bajo el liderazgo de un grupo de científicos de FURO (Future Robotics Technology Center) Las unidades están equipadas con una cámara activa de largo alcance, llamada Active Scope Camera desarrollada por la Universidad Tohoku (similares a las que se utilizaron con los mineros chilenos atrapados) que por su estructura símil serpiente puede penetrar pequeños espacios aprovechando sus ocho metros de largo, una característica imperiosa para este tipo de desastres.
Por otra parte, el mismo equipo y también el que se moverá desde Tokyo planean utilizar a Quince, un robot de características físicas similares al Spirit Rover de la NASA que por su agilidad para moverse en terrenos sinuosos e inestables, puede contribuir en la búsqueda de sobrevivientes en los contextos más complejos, e incluso puede subir y bajar escaleras sin problema alguno. Estos dos modelos son los que actualmente ya podrían estar operando, pero la lista de posibles intervenciones de robots pequeños y con características que incluso los puedan ir por agua (AEOS) o aire (iSensys) podrían implementarse con urgencia. Japón es un país que en materia tecnológica no ha tenido reparos en cuanto a innovación, y ahora es una oportunidad inigualable para que estos robots demuestren lo útiles que pueden ser para la humanidad.