El título puede mover a confusiones, pero la verdad es que no hay nada más descriptivo para el nuevo proyecto de la agencia de seguridad japonesa. En sus laboratorios están desarrollando un virus informático benigno que tenga la capacidad de desplegarse a través de las vías usuales para monitorizar el actuar de los virus y cerrarlos antes de que vuelvan a atacar. Con mucho dinero puesto en su investigación, sus obstáculos legales y preguntas sobre su comportamiento a futuro si es que toma más conciencia de la deseada, veamos de qué se trata el virus anti-virus con el que Japón quiere terminar con la oleada de ataques cibernéticos que sufre actualmente
Es uno de los principios básicos en la virología e inmunología; inyectar un virus en escasas y controladas proporciones para que el organismo responda inmunológicamente creando los anticuerpos para un ataque eventual. La emulación de este sistema es lo que se utiliza formalmente en los antivirus, pero debido a una ola de ataques de virus informáticos particularmente destructiva en Japón, investigadores de Fujitsu están tratando de desarrollar una alternativa más eficiente. Se trata de un virus informático benigno, cuyo objetivo será la búsqueda y destrucción de virus informáticos, spywares y todo lo que pone en jaque nuestra seguridad.
Según informan los responsables, este tipo de solución a los ataques cibernéticos se trata de un virus que se transmite por las vías convencionales, pero que tiene la tarea de monitorizar y analizar ataques para conocerlos. Luego de esto, la herramienta realizará las acciones adecuadas y el seguimiento pertinente para identificar la fuente de la infección y tratar de apagar su efecto para evitar otras infecciones. A medida que vaya haciendo esto, el virus engrosará su base de datos y su comportamiento será cada vez más efectivo; como si aprendiera y se readaptara a nuevas reglas.
En vista de los 2.3 millones de dólares para los próximos 3 años que el gobierno japonés ha puesto en esta investigación, las expectativas parecen ser más altas de los que se nos cuenta. Incluso nos surgen preguntas sobre cómo será su activación primigenia, cómo hará para no volverse en contra de los usuarios si es un sistema autónomo y qué limites tendrá sobre su acción. Por estas razones, actualmente el virus se está probando en un entorno cerrado y rigurosamente controlado.
Circunscripta en la actual guerra contra los ataques cibernéticos que lleva adelante Japón desde hace unos años, esta nueva arma biológica cibernética siente la presión de resolver una situación que en 2011 se ha ido recrudeciendo. Sólo en el pasado año, los ataques a las empresas y a organismos del estado de duplicaron, llegando a verse virus de espionaje que se quedaron con los datos de 50 empresas gigantes de Japón. Además, servidores fueron bloqueados como si de girar una llave se tratara. Todo esto tiene bastante preocupadas a la administración nacional de seguridad japonesa, cuyo principal problema para lanzar este virus anti-virus será saltarse la legislación japonesa, que estipula que todo virus cibernético es ilegal. Habrá que ver qué excepción hacen a la regla para darle a los virus una cucharada de su propia medicina. O mejor dicho, de su propio veneno.
Este virus antivirus es una nueva arma biológica cibernética que tendrá que dar explicaciones ante la justicia nipona sobre su eficiencia, capacidad y riesgos.
