Si un artefacto considerado como «el láser más poderoso» del planeta estuviera instalado en algo similar a un Gundam, me sentiría preocupado. Sin embargo, todo parece en orden. El láser no se encuentra en el brazo de un mecha gigante, sino que es parte del Instituto de Ingeniería Láser de la Universidad de Osaka, y mide poco más de 90 metros. El disparo duró apenas un picosegundo, pero su potencia es lo que transforma a este láser en un récord mundial: Dos petavatios.
Estrella de la Muerte, Estrella de la Muerte… ¿cuánta energía utilizó la Estrella de la Muerte para destruir Alderaan? Los cálculos que encontramos flotando en la Web toman a la Tierra como ejemplo, y el número equivale a toda la energía generada por nuestro Sol… durante una semana. Si introducimos antimateria en el ejercicio, los valores alcanzan parámetros más razonables… pero hay que ser honestos aquí: No hay Estrella de la Muerte, no hay antimateria, y nuestros rayos láser no son nada comparados con el «terror tecnológico» del Imperio, ni siquiera el láser de la Universidad de Osaka, llamado por sus responsables «el más poderoso del mundo».
Su nombre oficial es LFEX, siglas para «Laser for Fast ignition EXperiments», y con su aparato de observación integrado, mide poco más de 90 metros. Los trabajos sobre el láser (más precisamente, los dispositivos de amplificación), finalizaron en los últimos meses de 2014, y el resultado es un disparo con unos escalofriantes dos petavatios de potencia (2 x 10^15 vatios). Ahora, en términos de energía, la situación es muy diferente. El disparo duró nada más que un picosegundo (1 x 10^-12 segundos), por lo tanto, la cantidad de energía hubiera alcanzado para hacer funcionar un microondas por dos segundos. Desde ese punto de vista, el logro del LFEX tal vez no parezca tan impresionante, pero no debemos caer en dicha trampa: Es cien veces la energía de sus competidores directos, y el doble de potencia.
¿Qué es lo que sigue? Los investigadores ya trabajan en una nueva actualización para el LFEX, que llevará la potencia a diez petavatios. La decisión responde a una especie de carrera entre las universidades más importantes del mundo, que buscan incrementar el rendimiento de sus sistemas láser. Imagino que estos nuevos niveles de potencia abrirán las puertas a toda clase de experimentos exóticos… o al menos, a un modo extraordinariamente costoso de quemar cosas.