El juego en sí es bastante simple, pero ha servido para resolver disputas durante años en todas partes del globo. Y ahora, con la intervención de la tecnología, resulta que ya no podemos ganarlo. Se trata de “Piedra, Papel o Tijera”, y el oponente es nada menos que un robot. Sus desarrolladores del Laboratorio Ishikawa Oku lo han denominado “robot Janken”, debido a que Janken es el equivalente japonés de “Piedra, Papel o Tijera”, y con la ayuda de un reconocimiento visual de alta velocidad, el robot puede reconocer tu elección en una milésima de segundo.
Se ha establecido que la mención más antigua del juego “Piedra, Papel o Tijera” se remonta a la Dinastía Han, por lo que no quedan dudas al decir que es un juego que lleva mucho tiempo entre nosotros. Ha recibido múltiples nombres dependiendo de cada región, y ha tenido su buena cuota de variantes, pero la esencia sigue siendo la misma. Lo hemos jugado para establecer posiciones, para resolver pequeños problemas, para repartir toda clase de cosas, y la lista sigue. Pero ahora, de la misma forma en que una máquina logró derrotar a un gran maestro al ajedrez, nos encontramos con un robot que, de acuerdo a lo que hemos visto y leído sobre él, sencillamente no puede ser vencido en “Piedra, Papel o Tijera”.
El desarrollo proviene del Laboratorio Ishikawa Oku, perteneciente a la renombrada Universidad de Tokio. El robot tiene la contundente ventaja de reconocer tanto la posición como la mano de una persona en apenas un milisegundo. La “muñeca” del robot se mueve a la misma velocidad que la mano, por lo que no se puede obtener ninguna clase de beneficio al hacer nuestra elección más rápido. La parte más interesante del vídeo está al final, cuando se muestra un juego en cámara lenta. El robot hace su elección para ganar el duelo cuando el oponente humano termina de bajar su mano. Dicho de otra forma, el robot aprovecha el punto ciego en nuestros reflejos.
La tecnología involcurada aquí se presenta como una prueba de concepto para entornos de cooperación en los cuales un humano y un robot serían capaces de trabajar como equipo y de forma simultánea sin estorbarse. Lo primero que me viene a la mente sería línea de producción que combine operarios humanos y brazos robóticos, pero ese sería apenas un ejemplo. En lo personal, siempre y cuando se mantenga el “uso casual” de este robot, me gustaría ver que sus desarrolladores lograran expandir las capacidades del robot para jugar “Piedra, Papel, Tijeras, Lagarto, Spock”. Ahora, una pregunta para nuestros lectores: Sabiendo la forma en que trabaja el robot, ¿crees que hace trampa?