Como parte de su estrategia de defensa, el gobierno Israelí ha comenzado a planificar un sistema defensivo que incluye una inteligencia artificial encargada de controlar los sistemas de misiles y otras armas. La idea es disponer de un mecanismo de defensa más eficiente y que no tenga las limitaciones de un operador de carne y hueso. Skynet ¿Estás ahí?
En general, el desarrollo de sistemas de armamento no es una buena idea. Al fin y al cabo, tu enemigo seguramente creará algo más potente que lo que tú has hecho, y el ciclo sin fin volverá a empezar. Pero dotar a esas armas de poder de decisión sobre cómo, cuando y donde apuntar o disparar, parece ser una idea aun peor. El equivalente a una “pantalla azul de la muerte” de Windows en uno de esos sistemas puede ser una verdadera catástrofe.
A pesar de todo, muchos gobiernos insisten con el argumento de “estamos en peligro”, y desarrollan sistemas defensivos (o de ataque) cada vez más sofisticados. Y los avances de la Inteligencia Artificial hacen que sea cada vez más atractiva la idea de emplearlas para el control activo de las armas.
Algo de esto ha sido lo que ha pensado Israel al poner sobre la mesa su último proyecto de defensa. El país, que ha intercambiado en los últimos años miles y miles de cohetes, proyectiles de mortero y misiles con sus vecinos, está planificando un nuevo sistema de defensa robótico, armado con suficiente inteligencia artificial como para reemplazar a los operadores de carne y hueso. Como dice el Comandanta de la Fuerza Aérea Israelí, el brigadier Daniel Milo, "será diseñado para operaciones autónomas…”, y capaz de seguir funcionando aún cuando sus contrapartes humanas no puedan hacerlo. Todo hace pensar que Skynet está aprendiendo a hablar hebreo.
Israel ya utiliza una mezcla de interceptores Arrow y Patriot que poseen cierta inteligencia propia. El nuevo sistema tomaría el control de estas armas y de otras aun no fabricadas. Su misión principal seria el apoyo a los generales en sus decisiones, y la de escoger el momento óptimo, la secuencia y los blancos específicos de los interceptores.
Viendo la capacidad de los nuevos sistemas robóticos, de las Inteligencias Artificiales experimentales, y hasta de los “bots” de algunos juegos de video, parece perfectamente viable realizar un sistema que lleve a cabo esas tareas. Pero quizás sea hora de replantearse a dónde conduce esto, y si realmente queremos construir estas “cosas” que parecen sacadas de la película “Terminator”. El escenario, dentro de unas décadas, podría tranquilamente ser el de dos bandos de maquinas luchando entre sí, mientras el puñado de humanos supervivientes no recuerda ni como comenzó la guerra.