¿Valoras tu privacidad? ¿Te preocupas por la clase de contenido que envías y recibes en tu móvil? Entonces, a la hora de enviar un SMS, será mejor que mantengas tu guardia en alto. Un grupo de investigadores de la Universidad de Carolina del Norte ha desarrollado un software de nombre iSpy, capaz de determinar el texto que está siendo ingresado por una persona en su móvil desde una distancia máxima de 60 metros. Lo único que necesitan para que esto funcione es un vídeo en alta definición y un poco de los clásicos métodos de vigilancia.
¿Necesitas vigilar a alguien? Si el sujeto en cuestión es un poco descuidado, tal vez ni siquiera debas dejar el ordenador para hacerlo. Una etiqueta GPS en una fotografía o una breve intervención en un servicio como Foursquare es suficiente para conocer la ubicación de alguien, pero en esta ocasión no hablamos solamente de su posición física, sino de lo que envía a través de su teléfono móvil. No es necesario robarlo, o instalar alguna forma de keylogger vía remota. Todo lo que se requiere es seguirlo a una distancia relativamente prudencial, y contar con una cámara de alta definición que pueda grabar vídeo. El resto no será inconveniente alguno para este nuevo programa llamado iSpy, proveniente de la Universidad de Carolina del Norte.
Todo surgió a partir de que dos investigadores, Jan-Michael Frahm y Fabian Monrose, se preguntaran si la tecnología óptica actual era capaz de presentar una amenaza a la privacidad en teléfonos móviles. Y la mayor debilidad los dispositivos basados en iOS y Android es, casi de forma irónica, una ayuda típica para el usuario: Aumentar brevemente el tamaño de las letras que se presionan en la pantalla táctil. Una cámara con la resolución suficiente graba el vídeo de una persona enviando un texto. iSpy logra reconocer las letras aumentadas en la pantalla, y a partir de allí forma el texto que está siendo ingresado. Algunas letras representan un desafío especial, como el caso de la E y la R debido a su cercanía, ya que a la distancia puede parecer que la misma letra fue ampliada dos veces, pero iSpy tiene una precisión del 90 por ciento.
iSpy también puede trabajar con algo como el reflejo de la pantalla sobre el vidrio de los anteojos, pero en ese caso, la distancia efectiva se reduce a doce metros. Utilizar una cámara convencional de otro móvil complica aún más las cosas, ya que el iSpy sólo podrá hacer uso del vídeo si fue grabado a menos de tres metros. Como era de esperarse, la primera línea de defensa del usuario es bloquear la pantalla, mientras que también es posible desactivar la ampliación de cada letra al ser presionada. Otra opción sería que aparezcan carcasas hechas de un material que distorsione la imagen al ser vista de lejos. Aún así, por más remoto que parezca esto, se ha convertido en algo técnicamente posible. Si escribes un SMS en iOS o Android, tal vez quieras tener un poco más de cuidado.