En lo que seguramente sea su último evento del año, el gigante de Cupertino continúa su trabajo tras el debut de sus dos nuevos iPhone. Con Tim Cook a la cabeza, Apple presentó a OS X Mavericks, nuevas MacBooks, y actualizaciones en la línea iPad, incluyendo al flamante iPad Air.
Es hora de repetir el ritual. Por más que la información se filtre y la máquina de rumores no deje de escupir teorías, todo se detiene una vez que Tim Cook se sube al escenario para dar inicio a un nuevo evento Apple. Como no podía ser de otro modo, el primer acto se concentró sobre el exitoso lanzamiento (el más grande según Cook) de los iPhone 5S y 5C, vendiendo nueve millones de unidades en el primer fin de semana que estuvieron a la venta (una demanda aparentemente enfocada en el 5S). Un millón de aplicaciones en la App Store, 60 mil millones de descargas, 13 mil millones de dólares en manos de desarrolladores, y una tasa de adopción del 64 por ciento para iOS 7 nos dan la sensación de que el ecosistema móvil de Apple está más fuerte que nunca. Cook encontró espacio para dedicar algunas palabras a la “competencia”, a la cual describió como confundida, ya que después de haber “perseguido a las netbooks”, ahora está tratando de convertir PCs en tablets y tablets en PCs (teléfono para Microsoft, sin lugar a dudas).
La novedad inicial del evento fue el sistema operativo, OS X Mavericks. Una de sus mejoras técnicas principales está en el “timer coalescing”, que permite agrupar operaciones de bajo nivel, reduciendo el trabajo del CPU en un 72 por ciento, un número que automáticamente se transforma en un consumo menor de energía. A modo de ejemplo, una MacBook Air de 13 pulgadas obtendrá una hora extra de navegación web con una sola carga gracias a esta nueva propiedad de OS X Mavericks. También encontramos un sistema de compresión de memoria, que puede colocar hasta 6 GB de datos en 4 GB físicos de memoria. El concepto no es nuevo, y quedó en desuso debido a la amplia disponibilidad de RAM en estos días, pero en plataformas más estructuradas como las MacBooks, no es una mala idea exprimir cada byte como si fuera el último. A esto se suma la asignación dinámica de memoria para los gráficos integrados (antes era estático), soporte OpenCL optimizado, y varios ajustes de funcionalidad como un soporte multi-monitor más elaborado, pestañas en el Finder, las nuevas aplicaciones Maps, Calendar y iBooks, y actualizaciones para Safari y el keychain. Son muchas cosas, pero Apple tiene una bomba más para arrojar: OS X Mavericks es gratuito. Lo único que necesita el usuario es una Mac compatible y OS X 10.6.8 como base para descargarlo de la tienda e instalarlo. (¿Microsoft? ¿Teléfono? ¿Otra vez?)
Después se dio paso a las nuevas MacBooks, comenzando con la MacBook Pro de 13 pulgadas. 1,56 kilogramos de peso, 1,8 centímetros de espesor, pantalla Retina (2.560 por 1.600 píxeles), y por supuesto, un nuevo procesador Intel de la arquitectura Haswell (hasta un Core i7 dual-core de 2.8 GHz como máximo), acompañado por el sistema de gráficos Iris. WiFi “ac”, Thunderbolt 2, estado sólido PCI Express, y una autonomía de nueve horas cierran el combo. El precio base para esta MacBook Pro es de 1.299 dólares, con un Core i5, 4 GB de RAM y 128 GB de estado sólido. Las cosas se ponen aún más interesantes en la MacBook Pro de 15 pulgadas: Procesador quad-core (Core i7 con el módulo especial Crystalwell, que actúa como un “caché L4”), 2.880 por 1.800 píxeles en su pantalla Retina, gráficos Iris, Nvidia GT 750M como chip de vídeo opcional, y ocho horas de batería. En este caso, el precio inicial es de 1.999 dólares (Core i7 Quad, 2 GHz, 8 GB de RAM, 256 GB SSD). Con este leve cambio de precios hacia abajo, tenemos cuatro modelos de MacBooks separados por 300 dólares.
Quienes esperaban alguna actualización de datos sobre la Mac Pro, tienen buenas noticias: La estación de trabajo estará basada en un Intel Xeon E5, usando entre cuatro y doce núcleos dependiendo de la configuración, hasta 64 GB de RAM (1.866 MHz DDR3 ECC) disponibles para el usuario, dos GPUs AMD FirePro que pueden sumar 12 GB de RAM GDDR5, estado sólido con un terabyte de capacidad (1,2 GB/s de lectura, 1 GB/s de escritura), seis puertos Thunderbolt 2, soporte para tres pantallas 4K, doble Ethernet gigabit, WiFi ac y cuatro puertos USB 3.0. ¿El precio? 2.999 dólares en su configuración básica, disponible a partir de diciembre.
Finalmente, cruzamos a través de las múltiples novedades en materia de aplicaciones (iWork pasó a ser gratis, al igual que GarageBand en iOS 7), para llegar al iPad. El número es escalofriante: 170 millones de iPads vendidos. Y ahora, dos modelos nuevos: El iPad Air, y el iPad Mini con pantalla Retina. El iPad Air tiene siete milímetros y medio de espesor, una reducción en su marco del 43 por ciento, 453 gramos de peso, y el mismo SoC A7 que usa el iPhone 5S. Comparado con el primer modelo de iPad, esta nueva tablet posee un CPU ocho veces más rápido, mientras que el rendimiento gráfico aumentó 72 veces. Cámara de cinco megapíxeles, reproducción 1080p, cámara frontal FaceTime HD y diez horas de batería completan el paquete en el iPad Air. Los cambios más importantes en la segunda generación del iPad Mini se concentran sobre la pantalla Retina de 7,9 pulgadas (2.048 por 1.536 píxeles), y el SoC A7. El iPad Air estará disponible el primer día del mes de noviembre (más de 40 países, España y China están en la lista) a un precio de 499 dólares (Estados Unidos, WiFi, 16 GB), mientras que el iPad Mini con pantalla Retina llegará más tarde en el mismo mes, a 399 dólares. El iPad Mini de primera generación baja a 299 dólares, y como “dispositivo huérfano” queda el iPad 2, al mismo precio que el nuevo iPad Mini. Creo que la intención de Apple es más que clara: No hay absolutamente ninguna ventaja en comprar un iPad 2, a menos que esas 1,8 pulgadas extra sean críticas para el usuario. Por algún motivo, el Touch ID no está disponible en ninguno de los nuevos iPad. Tal vez la intención sea presentarlo como función exclusiva de la familia iPhone, o puede que Cupertino planee incorporarlo en la próxima generación. De una forma u otra, eso es todo. Estamos en otra época, y es mucho más difícil para Apple tomar por sorpresa a sus competidores, pero estoy prácticamente convencido de que habrá filas esperando por estos nuevos dispositivos.
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