Los subsistemas gráficos presentes en las consolas de videojuegos más modernas, como la Xbox 360 o la Playstation 3, son lo suficientemente potentes como para crear simulaciones realmente impresionantes. iOpener Media propone llevar al extremo el realismo de los juegos de carreras, incluyendo datos de competencias verdaderas en tiempo real.
Cuando pasas una tarde con tus amigos, jugando con algún simulador de carreras de coches, seguramente hay momentos en que olvidas que te encuentras en el salón de tu casa. Los gráficos disponibles en las videoconsolas modernas tienen tanto realismo que pueden confundirse con una transmisión en vivo de una carrera real.
Sin embargo, los coches de tus oponentes son movidos por las órdenes de tus compañeros de juegos o por el algoritmo programado en el software que está ejecutando la consola en ese momento. La empresa iOpener Media se propone cambiar esto, permitiendo a los jugadores participar, mediante sus consolas, de carreras reales.
Esta empresa, con sede en los Países Bajos, ha encontrado la forma de convertir las señales provenientes de rastreadores GPS incorporados en los autos reales en órdenes que, una vez recibidas por la consola de juegos, determinen la posición de los autos simulados sobre la pista. ¿Fascinante, verdad?
El sistema implica, además de los sistemas GPS mencionados, servidores encargados de comunicarse a través de Internet con las consolas. La tecnología probada es tan exacta, que puede determinar la ubicación de cada vehículo real participante de la carrera con menos de 30 centímetros de error.
iOpener Media ha declarado que no se propone construir un juego de carreras propio, sino que licenciará su tecnología para que otros desarrolladores de software puedan incorporarla en sus simuladores. El sistema ya ha sido probado a bordo de un coche de F1, y hay una buena posibilidad de que un producto comercial basado en esta tecnología este disponible en el mercado para Navidad.
Realmente, seria increíble poder correr contra un verdadero campeón de F1. Quien sabe, quizás pueda integrarse con el casco que ha puesto a punto un grupo de científicos de la Universidad de Braunschweig, en Alemania. Este casco permite conducir automóviles mediante las ondas cerebrales, pero a diferencia de otros dispositivos que hemos visto antes, sin necesidad de contacto directo.
Con ambas tecnologías trabajando codo a codo, podríamos correr contra Kimi Raikkonen, sentados en casa y ¡sin usar las manos!