Ya hemos hablado en reiteradas ocasiones sobre los discos de estado sólido, sobre su potencial y sobre qué planes tienen las grandes empresas para ellos. Con el delicado tema de la capacidad casi resuelto, los desarrolladores de hardware ahora se vuelcan a atacar un factor muy importante, que es la velocidad. Algunos discos SSD son tan lentos que ni siquiera pueden competir con un disco convencional, pero la interfaz SATA también impone sus límites, haciendo las cosas más complicadas. Ahora, ¿qué pasaría si esos límites son removidos? Obtenemos un disco SSD como este.
Ahora, todos deben estar pensando: "Eso no se parece mucho a un disco SSD", y en parte deberíamos darles la razón. A simple vista parece una tarjeta de vídeo sobredimensionada, pero en realidad se trata de un disco SSD con una interfaz PCI Express. Al evadir las limitaciones de la interfaz SATA, los discos SSD conectados a un bus PCI Express pueden alcanzar velocidades que actualmente sólo pueden ser soñadas en un ordenador común y silvestre. Según su fabricante, el ioDrive Duo puede alcanzar una velocidad de lectura de 1.5 GB por segundo, y una velocidad de escritura casi sincronizada con la de lectura: 1.4 GB por segundo. En los modelos de mayor capacidad, las velocidades caen un poco, pero las pérdidas están en el rango de los 100 MB por segundo.
El disco/tarjeta poseerá una interfaz PCI Express de 8x, o una PCI Express versión 2.0 de 4x. Los tamaños de los discos serán variados, comenzando por 160 GB en su modelo más humilde, hasta llegar a unos impresionantes 1.28 terabytes de capacidad. Los dos modelos más pequeños, de 160 y 320 GB, contarán con celdas de nivel simple (SLC), mientras que los modelos de mayor capacidad utilizarán celdas de nivel múltiple (MLC), necesarias para alcanzar capacidades de almacenamiento superiores. Como adición, este disco cuenta con un sistema muy avanzado de control de desgaste, a tal punto que en el peor de los casos se presentarían fallas a los 16 años de comenzado el uso del disco.
Todavía no hay novedades sobre el precio (aunque estarán a la venta a partir de abril), y honestamente, no estamos muy seguros de querer saber el costo de este disco. Ya de por sí, un disco de estado sólido no es muy barato que digamos, y que este pequeño monstruo posea una interfaz PCI Express y celdas de nivel simple nos hace pensar en un rango de varias decenas de miles de dólares por unidad. De todas formas, si los fabricantes se siguen volcando a la tecnología SSD, no podrá hacer otra cosa más que bajar de precio, gracias a métodos de fabricación más eficientes y baratos. Esperemos que baje lo suficiente como para que discos como estos sean accesibles para simples mortales como nosotros.