A mediados de enero pasado le dimos un vistazo a la versión beta del IOBit Malware Fighter. Como toda versión preliminar, contaba con su cuota de bordes filosos, pero su rendimiento en materia de consumo de memoria y velocidad lo dejaron bien posicionado en espera de la versión final. Ahora, nos encontramos con un software que en parte retiene aquellos buenos factores observados en la beta, pero con las inevitables limitaciones que se hacen presentes en un programa gratuito de estas características.
No se puede perder pisada ni bajar la guardia. El malware busca día a día la forma de reinventarse, tratando de aprovechar cada agujero y cada nueva plataforma que aparece en la Web. Los usuarios de sistemas OS X han conocido el rigor del malware en estos últimos días. Los dispositivos móviles son cada vez más vulnerables, y las redes sociales no dejan de exponer pequeñas fisuras en su integridad. La responsabilidad por la defensa de un ordenador está cada vez más del lado del usuario, y para ello, necesitamos las herramientas adecuadas. Por suerte, los antivirus gratuitos hacen un trabajo muy bueno. Tanto Avast como Avira siguen estando entre las primeras opciones para el usuario, pero también es recomendable contar con un antimalware adicional. El software de Malwarebytes es uno de los mejores que se puede encontrar en el mercado (nuestros lectores lo han recomendado en múltiples ocasiones también), sin embargo, hemos estado siguiendo a IOBit Malware Fighter desde enero pasado, y aquí tenemos su versión final.
El proceso de instalación intentará ofrecer en varias ocasiones otros programas provenientes de IOBit, pero pueden ser fácilmente ignorados. En líneas generales, el software conserva la sencillez de su versión beta. Hay secciones de cuarentena y exclusión, incluye un sistema heurístico que puede aumentar la protección (aunque por otro lado, esto puede generar una mayor cantidad de falsos positivos), y entre las opciones de escaneado encontramos Rápida, Completa o Personalizada, pero no hay mucho más para configurar. El escaneado rápido demoró poco menos de dos minutos, mientras que la revisión completa llegó a catorce, con un ordenador más “sucio” del que usamos durante la prueba de la versión beta.
IOBit Malware Fighter posee una versión gratuita, aunque para activar módulos adicionales, deberás adquirir la versión Pro. De forma similar a lo que sucede con Malwarebytes, la protección en tiempo real sólo está disponible en la versión paga, y lo mismo sucede con la protección para pendrives USB. La versión gratuita tampoco tiene actualizaciones automáticas, por lo que deberás realizar este proceso manualmente cada vez que inicies el programa. Estas restricciones están en línea con las que hemos encontrado en otra clase de antimalware, por lo tanto, no debería ser visto como algo negativo. Si bien no hay muchas razones para dejar de lado a Malwarebytes, al menos es bueno saber que IOBit Malware Fighter no solo no estropea las cosas, sino que resulta una opción dentro de todo viable.
