Hasta los científicos se han dejado llevar por la moda de las 3 dimensiones. Han diseñado una manta capaz de ocultar un objeto con volumen. Hasta ahora sólo se había conseguido con dos dimensiones pero estos investigadores alemanes han dado un paso más para llegar hasta la capa invisible definitiva. Harry Potter debe estar revolviéndose de placer en su tumba cinematográfica.
Cada cierto tiempo aparece una noticia que habla sobre un nuevo acercamiento al fenómeno de la invisibilidad. La ciencia ataca este problema desde varios frentes pero ninguno ha conseguido alcanzar el soñado objetivo. En esta ocasión, un grupo de científicos alemanes, del Instituto de Tecnología de Karlsruhe, ha diseñado una capa tan avanzada que permite esconder objetos de tres dimensiones, aunque para ello deben escoger un material a medida, que en este caso ha sido una delgada lámina de oro. Este diseño ha conseguido ocultar un bulto haciendo que se refleje la luz, que esta vez si se trata de un espectro cercano a lo que podemos percibir con nuestros ojos.
La estructura creada por Wegener y sus colegas, en colaboración del teórico británico John B. Pendry, funciona desde ángulos inferiores a 60 grados. Es fruto del desarrollo de la nanotecnología, que permite crear los llamados metamateriales, materiales inexistentes en la naturaleza y que poseen unas propiedades magnéticas y eléctricas muy exóticas. Pendry explica el funcionamiento teórico de estos sistemas: “Para que un objeto sea invisible no debe reflejar la luz y además debe eliminar su sombra. Así, al mirar hacia él, hacia el supuesto objeto invisible, no solo no lo vemos, sino que también vemos lo que hay detrás de él".
"Por ahora estas capas de invisibilidad son únicamente una demostración preciosa y emocionante de lo que puede hacer la óptica de transformación", dice Tolga Ergin, del Instituto de Tecnología de Karlsruhe. "Es la primera prueba de que el principio funciona", añade Ergin, quien, sin embargo, se muestra cauto sobre las posibles aplicaciones y sólo dice que pasarán muchos años antes de que se pueda hacer desaparecer una persona, un coche o un tanque. Hay que tener en cuenta que la partícula ocultada era minúscula, apenas de 0,00004 pulgada de alto y 0,0005 de ancho, de modo que no se podía ver sin lentes de aumento. Nuestro gozo en un pozo.
