Los fabricantes insisten en conectar todo a Internet, no sólo por una cuestión de telemetría y DRM, sino también por el deseo (ya sincero y abierto) de convertir a sus productos en suscripciones. Coches, parrillas, refrigeradores… «Pagarás por todo y no serás dueño de nada», pero además deberás pedir permiso a la nave nodriza, y no quejarte cuando el servicio sea retirado (porque así será, de un modo u otro). El perfil de X-Twitter conocido como The Internet of Shit ha disminuido un poco su actividad desde la última vez que lo visitamos, pero sigue siendo una fabulosa fuente de inspiración…
«No puedo actualizar mi coche porque el camino es muy inclinado»
«Puerta abierta. Por favor cierre la puerta.» Refrigeradores con notificaciones.
«Decidí usar mi parrilla inteligente por primera vez en el año, y no la puedo iniciar por un update de software obligatorio…»
«Quiero cocer unos huevos para el desayuno…»
«No puedo usar las funciones de la impresora hasta que la retires de tu cuenta de HP»
«Por favor recuerden no discutir información del paciente a menos que Amazon Echo esté mudo»
Refrigerador Samsung vs. certificados
Sin Internet, no hay jugo
Los updates de Windows no respetan nada
«Paga con tu palma» ¿No, gracias?
Una botella… con Bluetooth
🚽🚽🚽🚽
Robots haciendo pizzas… o algo así
Tostadoras con homescreens
Sin Internet, no hay desayuno
ChatGPT vendiendo muebles en Amazon
«Modo Pavo» en un horno
«Actualización sin éxito. Su vehículo no puede ser conducido.»