Rompiendo parcialmente con la idea de que todos utilizan, o que al menos saben lo que es la internet, un periodista se preguntó qué pensaría que es la Internet la gente que nunca la vio ni la usó, y para ello recurrió a aquellas personas que han vivido fuera de la sociedad y del tiempo; los prisioneros que cumplen penas desde hace más de 15 años.
Sumidos en nuestra cotidianidad y las ocupaciones particulares que esta contiene, la mayoría de los humanos vivimos dando por sentado cosas, entendiendo el mundo desde una postura egocentrista en la que el espacio y tiempo para la empatía aparece muy irregularmente. Es por esto que cuesta un poco más de lo que debería comprender a aquellos que son diferentes a ti, por gustos, actividades, creencias, riqueza o experiencias vividas. El socio-psicoanálisis fast food anterior viene a cuento de pensar en el famoso “todo el mundo hace X cosas”, cuya X bien podría ser “internet”, así como también lo fue “televisor” u otras actividades o productos que presuponen un acceso a un recurso determinado (la electricidad, por ejemplo), a los medios para comprarlo (el dinero o crédito) y al tiempo necesario para realizar la actividad.
La idea de estar en línea es algo que todos los que lean este artículo o que tengan la potencial capacidad de hacerlo entenderán como normal, pero aunque cueste concebir la idea, quienes han sido sentenciados antes de 1995, nunca han sentido esa sensación y la idea que tienen sobre ello es la que les transmiten otros presos, sus familiares o lo que pueden incorporar gracias los medios de comunicación pasivos a los que tienen acceso. En EEUU, así como en gran parte de los países del mundo, el acceso a internet está prohibido para los reclusos, que a lo sumo tienen radio o televisión, además de los medios gráficos y de las visitas de familiares, como para enterarse de qué es lo que pasa afuera de los muros. Si bien es cierto que algunos han podido llegar a mezclarse tenuemente con esa sensación gracias a la presencia de algunos smartphones contrabandeados dentro del penal, son una ínfima cantidad y la experiencia fue más bien limitada.
La periodista Justine Sharrock consiguió unas entrevistas con los que ella denominó como los adultos de 2013 que nunca han tenido contacto con la internet y las respuestas de los reclusos fueron las siguientes:
Nunca he visto la Internet en persona. Me encerraron en 1997. Los CDs eran una gran cosa. Sabía que a la internet se le llamaba “la autopista de la información” por una razón, pero no tenía ni idea de cómo conectar la sociedad realmente es a través de la internet. Yo no entendía lo grande y nueva que es. Es un nombre global que ha cambiado el mundo. Me puedo imaginar la información que la internet provee en lo que hace a investigación, y esa es la forma en la que ha existido en mi mente; simplemente como una herramienta. Si me hubieras preguntado qué era una URL, te hubiera mirado a ti sin saber. Me imaginaba que una app era un botón que pulsabas en el teléfono sin conceptualización clara de lo que realmente hacía. (Tommy Winfrey, 35 años, entró a la prisión en 1997)
He visto los anuncios, tanto de Internet y como de las apps en la televisión, pero nunca le presté mucha atención acerca de su uso. No las consideraba significantes. Estaba completamente a ciegas sobre el propósito de éstas, pensé que eran sólo que la gente entrase a sitios para socializar y gastar su tiempo libre. (Jorge Heredia; entró a prisión en 1998)
Me imaginaba a la web como un espacio infinito lleno de información acerca de cualquier cosa en el mundo. Estaba confundido acerca de cómo es que vas de una pieza de información a otra, y no tenía ni idea en términos de la jerga utilizada para describir todo. Los aspectos técnicos de esto me dejan en incertidumbre. Me doy cuenta de que todo es cada vez más rápido y avanza hacia lo móvil, así que a menudo me pregunto acerca de quién está haciendo todo esto y dónde se está llevando a cabo. (Chrisfino Kenyatta Leal, 44 años, entró en la prisión en 1994)
Es como páginas que conectan con otras páginas infinitamente. Sé que [en Facebook] se puede encontrar a alguien si ellos listan su escuela secundaria o algo así, y puedes hacer clic en él, pero no tiene mucho sentido. He visto aplicaciones en el show de Ellen DeGeneres. Es un botón que lleva a alguna parte, como una página web, pero de una manera más rápida. (No da nombre, en sus treinta y tantos, entró en prisión a finales de los 90)