Internet se ha convertido en una herramienta esencial para algunos y extremadamente útil para otros. Es por eso que cuando BBC hizo una encuesta en 26 países sobre si Internet debería ser un derecho constitucional, cerca del 80% estuvo de acuerdo con la afirmación. Sean internautas diarios o no tengan acceso a la web, la mayoría estuvo de acuerdo con que Internet no debería ser un servicio pago, sino algo que el estado le provea sin importar dónde se encuentre.
Es probable que en alguna época Internet era cosa de nerds. Aquella donde levantar el tubo del teléfono significaba escuchar los sonidos más extraños jamás imaginados y los buscadores eran tan inservibles como gritar a la lectora de diskettes lo que querías encontrar. Pero hoy, pleno Siglo XXI, Internet ha dominado nuestra vida. Es tanto una fuente de información como una plataforma de comunicación. Es capaz de acercarnos mucho más de lo que un teléfono jamás pudo y mantenernos informados mucho mejor que cualquier periódico.
Es por eso que muchas personas piensan que una herramienta tan importante (casi esencial) como ésta, no debería ser un servicio pago como cualquier otro, sino un derecho constitucional. Esta manera de pensar se evidenció en una encuesta llevada a cabo por GlobeScan para la BBC en 26 países, a más de 27.000 personas. ¿El resultado? El esperado, cerca del 80% de los encuestados está de acuerdo con la afirmación. El Dr. Hamadoun Toure, Secretario General de la Union Internacional de Telecomunicaciones cree que Internet es la fuente de conocimiento más poderosa jamás creada y que “el derecho de comunicarse no puede ser ignorado”.
Según Toure, los gobiernos deben considerar Internet como infraestructura básica, junto a los caminos, los deshechos y el agua. “Hemos ingresado en la sociedad del conocimiento y todos deben tener acceso a participar.” En líneas generales, 87% de los cibernautas creen que Internet debería ser un derecho fundamental. Más del 70% de personas que no utilizan la web, creen que deberían tener acceso. En síntesis, casi el 79% de los encuestados sin importar si tenían acceso o no, dijeron que estaban de acuerdo con que Internet sea un derecho fundamental.