Las acciones que llevó a cabo Intel en su intento por erradicar la presencia de la competencia en el mercado parecen haber llegado a límites extremos. Ya conocemos la enorme cantidad de dinero que debió pagar en concepto de multa a la Unión Europea, y todavía están frescos en nuestras mentes los 1250 millones de dólares que debió abonar a AMD para quitarse presión legal de encima y llegar a un acuerdo por fuera de la corte. Sin embargo, esto no termina allí. En una nueva instancia de investigación, la Comisión Federal de Comercio le solicita a Intel que reemplace su "compilador defectuoso", sobre el cual se ha comprobado que se ejecuta con niveles de optimización reducidos cuando detecta la presencia de un procesador que no es de Intel.
¿Hay acaso un límite para la definición de la palabra "codicia"? Después de leer noticias como estas, es inevitable pensar que no lo hay. Intel fabrica muy buen hardware, eso nadie lo niega, pero algunas de sus actitudes para con sus competidores han sido en verdad preocupantes, y sólo recientemente han salido a la luz, después de duras acusaciones y millones de dólares pagados en concepto de daños. Sólo hay que hacer un poco de memoria: Intel debió pagar la increíble suma de 1060 millones de euros luego de que la Comisión Europea encontrara a la empresa culpable de prácticas monopólicas, al pagar grandes sumas de dinero a fabricantes para que favorecieran a sus procesadores por encima de los de AMD. Con ese terrible golpe recibido, Intel debió buscar rápidamente una solución a la mayoría de sus conflictos con AMD, y la maniobra, entre otras cosas, le costó a Intel 1250 millones de dólares. El frente de tormenta se estaba formando en territorio estadounidense, e Intel necesitaba cuanto antes una válvula de escape. El acuerdo con AMD está completo, pero todavía queda un detalle crítico por resolver.
Se trata del compilador de Intel. Entre los desarrolladores, todos concuerdan en que el compilador de Intel es lo mejor de lo mejor. Existen alternativas como el GNU GCC, pero los niveles de optimización del compilador de Intel son muy superiores. Esta última frase sólo se mantiene como verdad si el compilador puede detectar correctamente que está trabajando sobre hardware proveniente de Intel. De lo contrario, el compilador se ejecuta utilizando optimizaciones reducidas y poco eficientes, afectando así el rendimiento del programa cuando es ejecutado en hardware que no sea de Intel. Muchos desarrolladores han utilizado de buena fe al compilador de Intel, y el que dicho compilador afecte de forma deliberada el rendimiento del software compilado para otros procesadores, es sin lugar a dudas una falta muy grave.
El acuerdo entre Intel y AMD debería resolver este punto específico, pero existen otros fabricantes de procesadores, como es el caso de VIA. Por esta razón, la Comisión Federal de Comercio, que investiga actualmente a Intel, le ha requerido a la empresa que reemplace su compilador denominado "defectuoso", por otro sin ninguna limitación, completamente libre de costo para las partes afectadas. Si el compilador modificado ha estado expuesto a los desarrolladores durante tanto tiempo, entonces cada medición de rendimiento, desde el más simple benchmark, debería ser puesta en duda ya que los procesadores que no sean de Intel estarían siendo perjudicados a nivel código. Obviamente, no estamos en contra de las optimizaciones exclusivas, pero el solo imaginar la magnitud de la influencia que podría tener esto, hace que nos preguntemos, en primer lugar, qué tan rápido son nuestros procesadores en realidad, y en segundo lugar, qué hará Intel para salir bien parado de esta situación.