La situación actual de Intel nos enseña a una arquitectura Skylake que lentamente ha comenzado a ganar tracción en el mercado, y la confirmación de que su sucesora Kaby Lake seguirá en los 14 nanómetros, quebrando de forma efectiva la mecánica del «tick-tock» para el desarrollo de sus procesadores. Más allá de Kaby Lake aparece Cannonlake, previamente conocida como Airmont. La última ronda de filtraciones indican que Cannonlake al fin traerá sus 10 nanómetros en la segunda mitad de 2017, y será la primera de tres generaciones bajo esa fabricación.
Este es el control de rumores, aquí están los hechos: La bomba fue arrojada por el CEO Brian Krzanich en julio del año pasado. La arquitectura Kaby Lake de Intel repetirá el método de fabricación de Skylake, rompiendo así con el histórico tick-tock y demorando la llegada de los 10 nanómetros hasta el año 2017 como mínimo. Si bien las mejoras de rendimiento que aportó Skylake no fueron extraordinarias, su sólida eficiencia la convirtió en una opción irresistible para toda clase de sistemas integrados y/o compactos. A esto se suman las declaraciones de Microsoft, que hablan sobre limitar el soporte de Windows 7 y Windows 8.1 en estos chips, favoreciendo así el desarrollo de Windows 10. De hecho, el gigante de Redmond anticipó que los procesadores Kaby Lake y equivalentes de esa misma generación sólo podrán ser utilizados (oficialmente, al menos) con Windows 10, lo que seguramente generará toda clase de sentimientos entre los usuarios.
Mientras tanto, debemos ver más allá de Kaby Lake. En el horizonte aparece Cannonlake, y si las palabras del CEO son ciertas, sí o sí llegará a nuestros escritorios con transistores de 10 nanómetros en la segunda mitad del año 2017. Sin embargo, la novedad que aparece a través de nuevas filtraciones es que Cannonlake no verá a un tick-tock restaurado, sino que asumirá el mismo rol de Broadwell como primera generación de una fabricación que se repetirá tres veces. Cannonlake tendrá como reemplazo directo a Ice Lake en 2018, y a Tiger Lake en 2019. Cannonlake tendrá mucho de Kaby Lake en su interior, por lo tanto, es probable que veamos el verdadero potencial de los 10 nanómetros a partir de Ice Lake. La gran duda es qué va a pasar después de eso. ¿7 nanómetros, o tal vez menos? Estamos hablando de un territorio en el que la Ley de Moore debería caerse a pedazos….
Regresando un poco hacia atrás, sería una locura olvidar a AMD, que ha prometido colocarse a tiro nuevamente con su arquitectura Zen de 14 nanómetros. Si todo sale bien, los primeros chips Zen verán la luz antes de fin de año, o sea que podríamos disfrutar de un duelo mano a mano por el dominio de los 14 nanómetros, hasta que el gigante de Santa Clara lance a Cannonlake. Lo mejor está por venir.