El ser humano necesita prevalecer, dejar su huella, aferrarse a lo tangible, y está en constante búsqueda de nuevas maneras de vencer a la muerte de las formas más simbólicas. Inkafterlife es un nuevo método de acercar a los que han partido mezclando cuerpo y memoria.
Suele decirse que una fotografía inmortaliza a una persona, aunque en la actualidad los distintos avances en el campo y el distraído manejo de las imágenes digitales han mermado un poco el concepto. Hasta que Inkafterlife propuso revivir esa noción imprimiendo una fotografía de tu ser querido con sus propias cenizas. Para muchos será mejor tener una fotografía del fallecido sobre la repisa de su comedor que tener la urna con cenizas, pero si todo es por razones sentimentales, el proceso es muy poco ceremonial.
Para tener tu fotografía conmemorativa tienes que registrar tu orden en Inkafterlife, quien te enviará un frasco de 30 gramos para que llenes con las cenizas de tu persona querida (o mascota). El envío incluye instrucciones para el correcto llenado del frasco y está marcado con código de barras para la correcta identificación. Pones el frasco lleno en una encomienda segura y lo envías de nuevo a Inkafterlife junto con la fotografía que deseas que se procese. La compañía luego mezclará las cenizas que has enviado con una tinta especial para imprimir una copia de tu fotografía a color o blanco y negro, y te enviarán el producto final a tu casa con la foto original y con las cenizas que hayan sobrado. El proceso tarda normalmente de 4 a 6 semanas desde que se recibe la fotografía y las cenizas.
Puede que ese manejo de las cenizas de tu ser querido no valgan la impresión fotográfica que te acercaría al difunto, o puede que estés contra la cremación por la contaminación del medio ambiente, pero si no tienes ningún tabú tradicional puedes acceder a este servicio por € 36 (fotografía blanco y negro) o por € 56 (fotografía color) y decir con seguridad que esa foto tiene algo más de tu ser querido que la mera imagen.