Por más que los no creyentes rechacen la idea, las opiniones personales son irrelevantes ante un hecho, y el cambio climático es un hecho. El llamado Quinto Informe publicado por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático es tan contundente como los anteriores: Se necesitan cambios drásticos y radicales en las emisiones para revertir la situación antes de que sea demasiado tarde. Entonces, ¿por qué nadie escucha?
Si uno estudia los últimos números pertenecientes al mercado del petróleo podrá detectar de inmediato la caída en el precio del barril. Ayer quedó por debajo de los 79 dólares, algo que no sucedía desde el año 2012. Se supone que el notable aumento en la producción de Estados Unidos (cortesía de las fuentes no convencionales), al igual que una aceleración en la adopción de tecnología solar (esto es bueno, pero insuficiente) y una caída general en la demanda son las razones principales detrás de esta reducción, aunque también está el lado político, ya que un bajo precio afecta a Rusia, Irán y Venezuela. El punto es que un petróleo barato seguramente disparará el consumo… provocando que el cambio climático se doble de dolor por los rincones. Naciones Unidas presentó el Quinto Informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, y al igual que en ocasiones previas, las noticias que trae son pésimas.
“Severo, extendido e irreversible” es la frase que sintetiza el reporte al describir el impacto sobre el clima si no se modifican las tendencias actuales. El Quinto Informe no es un papel más presentado por personas vestidas de traje: Es el más completo de su tipo hasta la fecha. El Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki-moon fue contundente: “Los líderes deben actuar. El tiempo no está de nuestro lado.”. En el informe también se introducen tres puntos críticos. Primero, revertir los efectos del cambio climático es económicamente viable, algo que muchos gobiernos han cuestionado en el pasado. Segundo, la pobreza a nivel global puede ser reducida solamente con la interrupción completa del calentamiento global, y eso nos lleva al último punto: Las emisiones deben caer a cero. Nada de promesas, ni acuerdos, ni porcentajes a través de las décadas. Cero.
Los números están sobre la mesa, y la ciencia ha hecho su trabajo. Ahora, al igual que en todas las instancias anteriores, el problema pasa a ser exclusivamente político. Así es como nos encontramos a elementos con la postura de Tony Abbott, primer ministro australiano, quien insiste en que “el carbón es el futuro” para la prosperidad humana, y aseguró que Australia seguirá quemando carbón en un intento por cubrir sus necesidades energéticas. El informe destaca que la combinación de tres gases de efecto invernadero es la más alta en los últimos 800 mil años, arrancando de raíz la teoría de que estamos ante un “ciclo”. La respuesta proveniente de la industria del carbón se reduce a porcentajes de eficiencia y avances en limpieza, ignorando el hecho de que, como dice la frase, es pan para hoy y hambre para mañana. China se ahoga en esmog. Científicos en la India reportan que la contaminación del aire redujo el rendimiento de los cultivos a la mitad. Es muy probable que el cambio climático nos vaya a definir como especie. Hasta ahora, el fracaso es enorme.
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