A pesar de los miles de millones de dólares gastados en extraordinarios sistemas que hacen de nuestros ordenadores de escritorio algo tan pequeño como una hormiga, según los especialistas en la materia todo ese poder no sería suficiente. La humanidad está generando cada vez más datos, y los sistemas existentes están más sobrecargados y demorados. Para solucionar este problema, los científicos están mirando muy de cerca al mejor ordenador conocido por el hombre, con la intención de copiarlo: El cerebro humano.
Y nada menos que IBM para ponerse en campaña con este titánico proyecto, junto con otras cinco universidades. De acuerdo al gigante, se planea crear un nuevo sistema informático tan avanzado que emularía y simularía las principales habilidades de un cerebro humano, tales como la percepción y la cognición. Pero no se trataría de un ordenador enorme como un edificio. Aplicando los conocimientos existentes en neurociencia y nanotecnología, el sistema podría tener, al menos en teoría, un tamaño y un consumo de energía similar al de un cerebro real.
Esta nueva forma de informática cognitiva apunta al desarrollo de nuevos sistemas utilizando un concepto que usualmente se lo conoce en los entornos del espionaje industrial, comercial, e informático: La ingeniería inversa. Puesto en palabras más sencillas, los científicos intentarán descrifar todo aquello que le da forma y sentido a un cerebro humano, para duplicarlo y convertirlo en un sistema que podría procesar una cantidad de datos hasta ahora imposible.
Esta clase de ingeniería inversa ya se ha intentado de forma parcial, pero utilizando como base al cerebro de una rata. A pesar de su tamaño y del nivel de complejidad (significativamente inferior al del cerebro humano), la réplica digital del córtex demandó la nada despreciable suma de 8 terabytes de RAM en un superordenador BlueGene/L. Un procedimiento similar pero aplicado al cerebro humano requeriría una capacidad de procesamiento y almacenamiento que hoy en día, sencillamente no existe. Casi 37 petaflops de poder y poco más de tres petabytes de RAM es algo que ni siquiera el futuro hiperordenador Sequoia puede igualar.
Si tenemos en cuenta que ese poder de procesamiento estaría disponible en la siguiente media década, es probable que pase un buen tiempo antes de que tengamos novedades en este campo. Muchos de los requerimientos nanotecnológicos para este proyecto apenas están en nivel teórico, por lo que básicamente tienen que "inventar" los componentes que usarán. Al mismo tiempo, la asistencia económica será vital. IBM ha adquirido €3.8 millones gracias a DARPA, una suma que apenas puede hacer que el proyecto comience.
Si IBM necesitaba un desafío, es este. No se trata de replicar y entender la corteza cerebral, sino todo el cerebro humano, con sus incontables conexiones a nivel neuronal y de forma tridimensional. Lo único cierto es que, en caso de que lo logren, la informática tal y como la conocemos pasará a ser apenas un capítulo en la historia.