Todos sabemos lo difícil que es encontrar un buen servicio de almacenamiento en la nube. Las opciones «de calidad» cuentan sus gigabytes con los dedos de una mano, y las que prometen espacio infinito terminan cambiando de opinión tarde o temprano. La única excepción a la regla es YouTube… siempre y cuando almacenemos vídeo. Entonces, ¿qué tan difícil sería codificar nuestros datos en un archivo de vídeo para respaldarlo en YouTube? El proyecto Infinite Storage Glitch tiene la respuesta.
Almacenar datos en medios alternativos no es algo nuevo que digamos. Los cassettes de audio fueron un recurso esencial para los usuarios de ordenadores hogareños en los ’80, pero también surgieron soluciones como el Danmere Backer, que utilizaba cintas VHS (o cualquier otro formato similar) y señales de vídeo para guardar archivos. En estos días, la combinación de discos duros y estado sólido absorbió todo, y la posibilidad de «guardar datos en vídeo» se volvió irrelevante… ¿o tal vez no?
La clave aquí es YouTube, que ofrece almacenamiento infinito para nuestros vídeos. Entonces… ¿qué tan loco suena usar YouTube como respaldo en la nube? El usuario DvorakDwarf en GitHub decidió buscar la respuesta con su proyecto Infinite Storage Glitch.
Infinite Storage Glitch: YouTube como disco duro en la nube
Infinite Storage Glitch es un programa que nos permite embeber / adjuntar cualquier tipo de archivo dentro de un vídeo que sobrevive a la compresión de YouTube. La explicación técnica es relativamente sencilla: Los bytes de un archivo son interpretados como números que van de 0 a 255. Y ese número puede ser a su vez representado con píxeles usando uno de dos modos, RGB o binario.
Un píxel RGB contiene tres bytes a la vez, y sería una solución mucho más veloz y eficiente… pero la compresión de YouTube es despiadada. La representación binaria presenta más resistencia a la corrupción por compresión, aunque tampoco es perfecta. El truco de DvorakDwarf fue aumentar el tamaño de los píxeles a bloques de 2×2. El vídeo nos invita a compilar el programa desde la fuente (habrá binarios compatibles con Windows más tarde) y extraer los archivos ocultos. El autor promete que no es solamente un rickroll…
Ahora, las malas noticias: Por un lado, ISG es muy poco eficiente, y el tamaño final del vídeo será cuatro veces mayor al de los archivos que tratamos de respaldar. Y por el otro, los términos de uso de YouTube podrían marcar a estos vídeos como spam. Imagino que alguien lo pondrá a prueba…
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Fuente: Hackaday