¿Dormir en el trabajo? Lo primero que nos viene a la mente es que cualquiera quedaría desempleado de inmediato si llega a ser atrapado en plena aventura onírica. Sólo un puñado de compañías en Occidente han activado ciertos mecanismos que permiten descansos especiales durante las horas de trabajo, pero en Japón, esa costumbre no sólo es común, sino que es aceptada socialmente, incluso cuando se lleva a cabo en público. El término oficial es Inemuri, «Presente mientras se duerme», y aunque parece algo muy contradictorio para un pueblo tan diligente y trabajador como el japonés, lo cierto es que tiene sentido.
La explicación más sólida que podemos obtener del Inemuri sin visitar el territorio japonés llega a través de la doctora y profesora de Estudios Japoneses Modernos Brigitte Steger, de la Universidad de Cambridge. El Inemuri es básicamente interpretado como un detalle tolerable para alguien que ha trabajado demasiado duro.
En otras palabras, el Inemuri no es algo vergonzoso, sino un pequeño y temporal escape del individuo frente al cansancio después de haberse esforzado al máximo. De hecho, en Japón ni siquiera se lo ve como «dormir». Una cosa es la siesta, y otra es Inemuri.
Ahora, existen ciertas reglas no escritas a la hora de practicar el Inemuri. Una de ellas es que no debe transmitir la sensación de ser «a propósito», y la persona tiene que estar lista para regresar a la actividad cuando sea necesario, por lo tanto, nada de llevar una almohada o anunciar que vas a arrojarte bajo una mesa para dormir.
Cuando el Inemuri es en el trabajo, tiende a ser un privilegio de los empleados más veteranos. Un joven recientemente incorporado que se queda dormido en las reuniones transmite una mala señal, sin embargo, una persona mayor con varios años dentro de la compañía puede caer en un Inemuri sin inconvenientes. Por supuesto, eso no elimina la posibilidad de fingir un Inemuri, y las reglas se doblan un poco más en público…