El mes pasado hablamos sobre el récord mundial de velocidad para una impresión 3D. La pérdida de calidad y resolución es inevitable, sin embargo, ¿qué sucede cuando esos aspectos quedan en segundo plano? Me refiero a imprimir una pieza que no ganará ningún concurso de belleza, pero que garantiza al usuario una funcionalidad básica. En esa dirección apunta el nuevo método de impresión 3D con metal desarrollado por un grupo de investigadores del MIT. Su sistema utiliza aluminio fundido, y puede crear objetos como la estructura de una mesa y las patas de una silla en cuestión de minutos.
La impresión 3D con metal no tiene nada de nueva. Uno de nuestros primeros artículos sobre el tema se remonta al año 2013, y también recordamos al mini motor de reacción que imprimió General Electric en 2015. Esta tecnología ha avanzado mucho desde entonces, pero una cosa es la impresión de piezas personalizadas con un alto nivel de precisión, y otra es la generación de prototipos rápidos con aplicaciones inmediatas. Eso nos lleva al MIT, donde un grupo de investigadores ha presentado un nuevo método aditivo basado en metal líquido… aluminio, para ser exactos.
¿Quieres una silla de aluminio? ¡Imprímela!
En términos relajados, la técnica aplica aluminio fundido sobre una ruta predefinida con microesferas de vidrio, usando un crisol de grafito y una boquilla cerámica. Las microesferas no sólo sirven como «cama» para la impresión, sino que además permiten un rápido enfriamiento del metal, formando la estructura deseada. De acuerdo con los investigadores, esta impresión de metal líquido es diez veces más rápida que otros métodos aditivos similares, y su proceso para calentar y derretir el aluminio es más eficiente.
Obviamente, la resolución no es una prioridad aquí: El objetivo es imprimir componentes grandes más rápido y a un menor costo. En su demostración, los investigadores lograron imprimir piezas de mesas y sillas, lo suficientemente fuertes como para poder realizar ajustes adicionales sin comprometer su integridad. De hecho, la impresión con metal líquido minimiza la posibilidad de fisuras y deformación.
Aún así, no fue nada sencillo llegar a este punto. El aluminio fundido no es un material «paciente» que digamos, y puede destruir todo a su paso. La selección de boquillas de cerámica y microesferas de vidrio demandó múltiples pruebas, y todavía quedan detalles por resolver. ¿La buena noticia? Todo lo que se construye puede ser reciclado en minutos.
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