Lisandro Pardo
Frutillas, vestidos, bolas del mismo color y fotografías no coloreadas, entre otras ilusiones visuales, han tomado -cada una en su momento- a la web por asalto. Pero no todas las ilusiones son visuales, hay algunas que pasan por otro de nuestros sentidos. En esta ocasión no vamos a engañar a nuestros ojos, sino a nuestros oídos. Una de esas ilusiones auditivas es la «paradoja del tritono», una serie de sonidos a los que todos parecen escuchar de modo diferente. ¿Quieres probar?
Se dice que la forma más débil de evidencia es la visual, y si tenemos en cuenta lo relativamente sencillo que es engañar a nuestro cerebro a través de los ojos, bueno… dicha frase carga con cierto fundamento. Pero la vista no es lo único que nos puede jugar una mala pasada. Algunos olores se confunden con facilidad, y no podemos olvidar a nuestros oídos. ¿Cuántas veces confundimos un sonido con otro, o pensamos que venía de una dirección diferente a la real? Varios ejemplos se encuentran con frecuencia en la vida real, aunque otros tienen una pizca de diseño detrás, como por ejemplo la «paradoja del tritono», comprobada por la investigadora Diana Deutsch en el año 1986.
Paradoja del tritono
Bien, acabas de escuchar cuatro grupos de dos tonos. La pregunta es: ¿Ascienden o descienden? Ahora, haz que otra persona los escuche, y que contesten esa misma pregunta. Ahí tienes a la paradoja. Lo más probable es que nadie se ponga de acuerdo. La explicación técnica es que la paradoja fue diseñada de modo tal que la segunda nota (separada por media octava de la primera) contiene una frecuencia más alta y más baja a la vez, por lo tanto, no hay una respuesta incorrecta. Lo que sucede aquí es que nuestro cerebro demuestra cierta «preferencia» por una frecuencia, y eso es lo que terminamos escuchando.
De acuerdo a la doctora Deutsch, los resultados de la paradoja pueden variar frente a factores como nuestro idioma principal, y nuestra ubicación geográfica. A través de su estudio descubrió que muchas personas en California estaban en desacuerdo con el patrón que ella escuchaba, mientras que colegas europeos le daban la razón. Otro detalle a considerar es la relación madre-hijo, ya que en la mayoría de los casos tienden a compartir el mismo patrón. ¿Qué es lo que escuchas tú? Los comentarios están abiertos.
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