Hoy en día estamos acostumbrados a ver sistemas de múltiples núcleos, cantidades enormes de RAM y unidades de almacenamiento con una capacidad gigantesca. Al mismo tiempo, hemos visto una pronunciada inclinación hacia sistemas más simples, pero más eficientes y baratos. Aún así, muchos creen que la solución no se encuentra en sistemas únicos y lineales, sino en el procesamiento paralelo, la computación dinámica y la modularidad. La placa Illuminato X Machina es una de las más recientes defensoras de esas ideas, ya que una simple celda puede expandirse al conectarla a otras celdas presentes, replicando su funcionalidad y siendo "consciente" de la presencia de celdas adyacentes.
Un procesador moderno puede tener dos, tres o cuatro núcleos, habilitando una capacidad de paralelismo que no se había visto antes en un ordenador normal de escritorio. Sin embargo, un punto bastante problemático es que esos núcleos comparten los mismos recursos, y llegará un punto en que la presencia de más núcleos empeorará el problema en vez de solucionarlo. Los diseñadores del Illuminato X Machina dicen que la Ley de Moore es historia, al igual que la carrera por la velocidad de reloj. Según ellos, el concepto de una computación similar a la forma de trabajar que tienen las células es la única respuesta, con adaptabilidad, robustez, dinamismo y una "escalabilidad" sin límites.
Illuminato X Machina está diseñado pensando en hackers. De hecho, hackers de hardware. Esas mentes increíbles que pueden hacer mucho más con mucho menos. Aquellas personas que con sólo un microcontrolador y un poco de memoria Flash pueden lograr cosas impresionantes. Por esta razón, esta placa madre no es algo que podamos ir a comprar e instalar en nuestros ordenadores para hacerlos más rápidos o eficientes. De hecho, el Illuminato X Machina cuenta con un procesador ARM de apenas 72 Mhz, una velocidad que puede parecer risible teniendo en cuenta las capacidades de los procesadores actuales, pero lo cierto es que la velocidad no es el punto, sino la capacidad de expansión que poseen estas placas madre.
Conectadas entre sí, estas placas pueden auto-programarse entre sí. Si una posee una versión de software más nueva que las demás, el nuevo código se irá diseminando a través de la "colonia" por así decirlo, hasta que todas estén actualizadas. Si una de las celdas tiene una falla, las celdas adyacentes intentarán reprogramarla para que recupere su funcionalidad, o la desactivarán en caso de no poder hacerlo, sin afectar al resto de las celdas. Si acaban de ver los vídeos, creemos que compartirán la idea de que asusta por un momento el ver cómo el nuevo código pasa de una celda a otra, hasta que todas están programadas. Probablemente el futuro de la informática no dependa de pequeñas placas conectadas entre sí, pero la idea es más que válida, y tiene un potencial enorme. El único detalle es que debemos cambiar el software y el hardware tal y como lo conocemos actualmente.