Ya conoces el formato MT9. Para muchos el sucesor del MP3. Hoy analizaremos su competencia, el iKlax. Sus pros y sus contras. Y también analizaremos si realmente estos son los sucesores del MP3 o simplemente otros formatos disponibles para aquellos que deseen utilizarlos.
El MP3 ha sido el líder de audio en formato digital desde finales de los 90. Pero, como todo, debe tener un final. Con las nuevas tecnologías como MT9 e iKlax, este (ya viejo) formato parece estar empezando a divisar su horizonte.
Estos dos formatos tienen una misma premisa. Poder manipular lo que se está escuchando dividiendo cada instrumento en canales. Es decir que uno podría escuchar una canción y sacarle todos los instrumentos dejando solo la voz, y así entre diferentes variaciones. Todo esto suena muy bien en papel, ¿pero realmente este formato podría adaptarse a todas las personas que escuchan música?
La primera, y por ahora única, competencia que tiene el formato iKlax es MT9 o Music 2.0, como se conoce comercialmente. Está bastante claro que le lleva mucha ventaja, ya que se viene hablando de él hace algún tiempo. MT9 se caracteriza por tener un ecualizador dentro del reproductor donde puedes manipular el volumen de los distintos instrumentos que están sonando. Este formato ha sido desarrollado en el instituto coreano ETRI (Electronics and Telecommunications Research Institute), y está esperando el resultado de la votación del MPEG Industry Forum para constatar si se convertirá en el formato estándar del futuro.
De todas maneras, MT9 no es novedad. El concepto anda dando vueltas en boca de todos los expertos hace ya un tiempo. Lo que sí es una novedad es el formato iKlax. En el sitio oficial, nos invitan a probar su reproductor y su creador de música. Y nosotros lo hicimos, como puedes hacerlo tú, descargándolo gratuitamente desde el sitio oficial. El reproductor trae una demo que consiste en un remix bastante agradable del clásico “Hey Joe”, hecho famoso por Jimi Hendrix.
Considerando el sistema, se podría considerar que Hey Joe no es un tema, sino cuatro versiones diferentes de la misma canción. Esto se debe a que no solo puedes manipular el volumen de los instrumentos, sino que el reproductor permite cambiar el carácter de los mismos. Para cada instrumento hay diferentes estilos. Por ejemplo, puedes poner que la batería toque una versión de jazz de la canción y la guitarra rock clásico, y así sucesivamente. El resultado final es una experiencia muy agradable e innovadora. Da a pensar que en un futuro tal vez un artista deba sacar diferentes interpretaciones de sus mismas canciones, si es que el formato realmente despega.
En la parte derecha se listan las distintas secciones que hay disponibles y dentro de ellas los canales. El reproductor funciona muy bien. A pesar de que tarda un tiempo considerable en empezar a reproducir, cuando se cambian las opciones en medio de la reproducción no hay problemas y la transición es casi imperceptible. La interfaz lamentablemente no es amigable. Cosas tan comunes como arrastrar un archivo sobre el programa no son posibles de hacer, y no posee una playlist, algo tan necesario en programas como estos. En cuanto al consumo no se podría decir que es alto ya que el popular Winamp tiene números parecidos. iKlax Player utiliza 27Mb de memoria al estar pausado y 45Mb mientras reproduce. El Winamp suele llegar a 38Mb al reproducir.
El creador (permite producir archivos con extensión “.iklax” o “.ikx”) consiste en un programa para armar una canción con diferentes canales. Por supuesto esta aplicación es para gente experimentada en el asunto de la música. El programa funciona mediante wavs. Puedes utilizar todos los que quieras y agregarle una vasta cantidad de efectos. Luego los mezcla en una sola canción con diferentes canales. A pesar de ser una beta, el creador funciona bastante bien. Lamentablemente el tutorial que trae esta solo en francés.
Hay dos puntos a tener en cuenta, que son casi hipotéticos. En primer lugar, el hecho de que cada canción tarda unos segundos (casi 15) para reproducir el audio. Habiendo tantos canales que reproducir y tantos otros para elegir, el reproductor de iKlax necesita de unos segundos para cargar el archivo. En segundo lugar, el peso de los archivos. Dependiendo de la cantidad de canales que posea, el archivo pesa más o menos. Hay canciones que llegan a pesar 35Mb cuando un MP3, de buena calidad, no suele superar los 8MB.
Como mencionamos anteriormente, estos ejemplos son casi hipotéticos por el hecho de que a medida que la tecnología avance es probable que no sean un inconveniente. Es posible que con mayor velocidad de procesamiento, u optimización del programa (que como mencionamos antes está en etapa beta) estos tiempos de reproducción se reduzcan. También con mayor velocidad de descarga, que los archivos ocupen más espacio tampoco será problema. Pero son detalles que hay que tener en cuenta para juzgar los pros y los contras del formato.
Pensar que el iKlax triunfe masivamente traería cambios importantes a la industria musical. Y no solo eso, sino que propulsaría el mercado digital. Imagínate que los artistas lanzarían discos y dentro de cada canción habría cuatro canciones diferentes. Al igual un single tendría cuatro versiones diferentes, lo cual o haría más valioso todavía. Y las posibilidades son ilimitadas, por ejemplo, una canción cantada por cuatro artistas diferentes. Y no solo los cambios se producirían en la industria musical sino en los fanáticos mismos, que podrían extraer secciones de la música para producir una versión propia o una canción totalmente diferente.
Es difícil de hablar sobre las diferencias de ambos formatos cuando se sabe tan poco del formato MT9. Lamentablemente para nosotros, con el éxito que ha tenido con la decisión del MPEG Industry Forum, los detalles de su funcionamiento se guardan muy celosamente, y la expectativa que se está creado es increíble. Lo que sí podemos mencionar es que a diferencia del iKlax, el MT9 no busca cambiar el sonido del audio en sí sino manejar el volumen de cada canal por separado. Una iniciativa mucho más simple, que posiblemente sea lo que logre la aceptación masiva del público, de las discográficas y artistas. ¿Te imaginas lo que sería para un músico grabar diferentes sesiones con todo tipo de variaciones en sus instrumentos? Simpleza y funcionabilidad ante todo.
En la carrera por salir a la vista del público, el formato MT9 lleva mucha ventaja sobre iKlax. Principalmente porque está mucho más desarrollado y es reconocido por los expertos. ¡Ya está esperando una votación para ver si se empieza a usar como estándar! Pero a la vez, su premisa es mucho más viable para el público popular. Aunque todavía no ha salido una demo para el público, la interfaz parece mucho más cómoda que la que presenta el iKlax, y ni hablar de la expectativa que se ha creado alrededor de este formato.
Sin duda, el MT9 se aplica perfectamente a aquellas personas que disfrutan la música a un nivel muy especial. Les permite jugar con el sonido y hasta escuchar cada canal prestando suma atención a todo lo que hacen los instrumentos por separado. Es muy útil, por ejemplo, para las personas que quieren aprender a tocar cierta parte del bajo en una canción. Pero, para el ciudadano medio, ¿es realmente útil?
La mayoría de los medios tratan a estos formatos como los sucesores del MP3 cuando como tipo de formato son muy diferentes. Tal vez el sucesor del MP3 sea un formato que aún desconocemos y ocupe menos espacio manteniendo, o mejor aún, mejorando la calidad de sonido; y luego, los amantes de la música tendrán estos dos formatos especiales cuyo objetivo principal no es escuchar música, sino manipularla.
Tanto iKlax como MT9, en nuestra opinión, parecen hechos a medida para los que quieren hacer más que solo escucharla. Y, como siempre decimos, tener opciones es lo mejor que nos puede pasar como usuarios. Así que, bienvenidos sean.
esto revolucionara el hecho de escuchar música ya que podremos escucharla al ritmo qué más nos agrade, eso sin mencionar a los músicos qué quieran aprender a interpretar algún tema en un instrumento especifico, les aseguro que será un éxito
Parece que no pone lo más importante. ¿Son formatos abiertos o propietarios? Todos los programas que trabajen con MP3 deben pagar un canon (distinto es que alguno no lo pague por alguna razón), pero para reproducir OGG no.
La tecnología de las distintas pistas para los distintos instrumentos parece muy interesante. Supongo que en una orquesta sinfónica sería todo más complicado y que agruparían por tipos de instrumento, obviamente. Pero parece un formato muy atractivo, siempre y cuando, su implementación sea gratuita y libre.