Todos los esfuerzos que estás haciendo por hacerte más inteligente y culto van a quedar un poco trastornados luego de ver el video que tenemos para recomendarte, pero tal vez hasta produzca el efecto contrario y te esfuerces aún más. Se trata de iCub, un robot humanoide que comprende el lenguaje a un ritmo extraordinario y lo demuestra realizando las acciones que les son propuestas a través de órdenes de voz. Con un cerebro artificial envidiable, este robot de protocolo debe ser pariente de C-3PO.
De a poco, con los avances que se dan en la industria de los chips, los módulos que utilizan los robots humanoides se van haciendo más potentes, permitiéndoles llegar a incorporar contenido. En cuanto a los robots, la era de la repetición descerebrada de las órdenes humanas previamente programadas ya quiere dejar de ser, para pasar a una nueva etapa en donde los robots generen contenido basándose en la inteligencia artificial. En el video que verás a continuación, un robot lleva adelante tareas luego de órdenes directas luego de escuchar a su interlocutor. Luego de traducirlo y comprenderlo en tiempo real, reacciona y ejecuta. Lo interesante es que esto se da en muy poco lapso de tiempo, ya que su cualidad consiste en la interpretación y anticipación. No está ni cerca está de dominar seis millones de formas de comunicación o de esquivar rayos láser con más suerte que destreza, pero el iCub es un robot humanoide que tiene muy poco que envidiarle a C-3PO a la hora de comprender el lenguaje y realizar tareas que se le comandan vía voz.
El proceso que permite a nuestro cerebro procesar las palabras que se oyen y anticiparse a cómo terminará la frase está basado en el funcionamiento de las conexiones entre la corteza frontal y la región del cerebro conocida como cuerpo estriado. Al poder detectar lo que viene, las conversaciones son más fluidas y la comprensión del mensaje se da, casi siempre, antes de que se finalice de oír. Basándose en este trabajo biológico, Peter Ford Dominey y sus colegas del Instituto Nacional Francés de Salud e Investigación Médica, crearon una especie de cerebro artificial que emula el proceso por el cual analizamos y comprendemos. Según ellos, se trata de una red neuronal con una serie de bucles recurrentes que están preparados para transmitir información. El robot humanoide que comprende diferentes lenguajes escucha las órdenes y aprende idiomas juntando palabras y oraciones.
Con “el aspecto” de un niño de 3 años, el iCub recibe órdenes y las transmuta en acciones, enfocándose en la interpretación prematura del mensaje, lo que implica unas respuestas más rápidas. Gracias a la llamada construcción recurrente (con conexiones que crean bucles localmente recurrentes) este sistema cerebral artificial puede comprender frases nuevas que tienen una estructura gramatical novedosa para el robot. Es capaz de enlazar dos frases e incluso puede predecir el final de una frase, como señalamos anteriormente. Este tipo de habilidad podría ayudar a los investigadores que estudian el cerebro, en especial las vías de la validación que se consideran importantes en el procesamiento del lenguaje. Por supuesto, también podrá ayudar a que los robots aprendan mejor y más rápido. Todo un notición y esperamos saber más al respecto muy pronto