Los ordenadores cuánticos tienen mucho trabajo por delante. Su potencial es impresionante, pero todavía necesitan desarrollar una identidad, sin olvidar el hecho de que todos los diseños actuales son esencialmente prototipos. Uno de ellos se encuentra en el centro de cómputo de la iniciativa IBM Q, cuyo objetivo es la creación de los primeros ordenadores cuánticos con aplicaciones comerciales. La gente de IBM compartió una especie de «tour audiovisual» de las instalaciones, haciendo hincapié en el inusual sonido del ordenador…
Todo comienza con el bit, la unidad más básica de información. El bit posee dos estados fundamentales (0 y 1), sin embargo, cuando nos trasladamos a su equivalente cuántico qubit, descubrimos que su estado puede ser una superposición de ambos. En términos relajados, 0 y 1 al mismo tiempo. Suena muy confuso, y desde cierto punto de vista, esa confusión se extiende a toda la física cuántica, pero hay muchas compañías allá afuera convencidas de que el futuro de la informática depende de ella. Hoy, la informática cuántica se encuentra en pañales, pero gracias a los esfuerzos de IBM, podemos ver y escuchar esto:
Este breve paseo audiovisual en el primer centro de cómputo de la iniciativa IBM Q nos enseña a un ordenador cuántico de 20 qubits emitiendo un sonido cargado de misterio. El vídeo explica que el sistema lo genera mientras mantiene una temperatura de apenas 15 milikelvins, a las puertas del cero absoluto. El refrigerador de dilución contiene qubits de aluminio, niobio y silicio, en lo más cercano a lo que podríamos llamar «oscuridad perfecta». Más allá de la evidente complejidad del ordenador, personalmente creo que es muy llamativa la cantidad de piezas de cobre expuesto, y el baño en oro de la base. El ordenador de 20 qubits estará disponible en línea para todos los miembros de la red IBM Q, y más tarde será reemplazado por versiones de 50 qubits.
Una de las razones principales que los gigantes como IBM citan para justificar su apuesta en los ordenadores cuánticos es que la ley de Moore se está quedando sin combustible. Por otro lado, los desafíos que la humanidad deberá enfrentar en materia de energía, medicina y economía tomarían demasiado tiempo en un superordenador tradicional, y la gran promesa del ordenador cuántico es reducir esa espera a unos pocos minutos. Atajo y comodín en un solo sistema. ¿Será cierto?