El año era 1959. Batista se escapaba de Cuba, la Unión Soviética avanzaba con su programa Luna, Ben-Hur hacía polvo la taquilla, y se firmaba el Tratado Antártico. Por el lado informático, la gente de IBM ofrecía para sus ordenadores la unidad de almacenamiento en cinta IBM 729, una de las más reconocidas y complejas de la compañía, con un notable sistema de vacío para reducir el tiempo de acceso, cintas que medían más de 700 metros de largo, y una capacidad máxima de… tres megabytes. ¿Quieres ver cómo funciona?
El primer detalle a destacar es que posee el tamaño de un refrigerador (léase «frigorífico», «heladera», etc.). En realidad, ese no es el ordenador. El sistema en sí, un IBM 1401 para ser más precisos, es el que aparece en los primeros segundos del vídeo. La gente de IBM anunció al 1401 en septiembre de 1959, y a pesar de que desarrolló media docena extra de modelos bajo la serie 1400, el 1401 fue tan popular y solicitado que IBM lo retiró oficialmente en febrero de 1971.
Ahora, volvamos al «refrigerador». El vídeo publicado por CuriousMarc, el mismo canal que se encargó de documentar la restauración de un Xerox Alto, nos presenta a la unidad de almacenamiento en cinta IBM 729, un extraordinario trabajo de ingeniería, y uno de los últimos modelos disponibles de alta gama con almacenamiento de siete pistas, aunque desde un punto de vista técnico, las pistas de datos eran seis, y la restante se utilizaba como paridad.
Almacenamiento en cinta IBM 729
Entre los aspectos más notables del IBM 729 aparece su mecanismo de vacío, cuyo objetivo se divide en dos: Reducir los tiempos de acceso a través de una mayor aceleración en la cinta, y absorber cualquier aumento espontáneo en su tensión. La capacidad final de la cinta dependía de los «caracteres por pulgada», aunque si combinamos el valor original de 200 cpp con los 730 metros de largo que tenía la cinta promedio, el máximo era de unos tres megabytes.
Un mínimo de ocho motores se reparten el trabajo de mover las cintas y generar el vacío (este último más grande y potente que el resto), pero al trabajar de forma constante, también se necesita una serie de embragues magnéticos para responder a todos los cambios de movimiento, y lógicamente, no volar por los aires en el proceso.
La unidad en cuestión estaba experimentando un problema técnico. Después de tantos años, el desgaste en los puntos de contacto que proveen corriente eléctrica a los embragues llegó a un punto crítico, y como era de esperarse, no hay partes nuevas para un sistema de almacenamiento de 1959. ¿La solución? El mágico camino del DIY. Sobre el resto del vídeo… bueno, es un verdadero deleite.