Desde hace mucho tiempo se ha estado discutiendo el impacto ambiental provocado por el transporte aéreo, y esta discusión no se ha limitado solamente a la contaminación del aire. Sin embargo, la idea de que los viajes en avión puedan ser más “verdes” se convierte en una meta alcanzable con la introducción de los biocombustibles. Los responsables de Iberia recientemente han llevado a cabo un vuelo utilizando esta fuente de energía para propulsar a un Airbus A320. Es el primer vuelo de estas características en España, y su reducción de emisiones promedia el 20 por ciento.
Es algo impresionante ver a un avión comercial de cerca. Ya sea en su despegue o aterrizaje, la forma en la que esas moles coquetean con la aerodinámica atrae la atención de cualquiera. Y es así que también demandan mucho combustible, medido en toneladas incluso para vuelos relativamente cortos. Un Airbus A320 de la empresa Iberia partió del aeropuerto de Madrid-Barajas a las once de la mañana del lunes pasado, y llegó a Barcelona-El Prat una hora después. De acuerdo a los reportes, el vuelo requirió de aproximadamente 2,800 kilogramos de combustible, y no se registró ningún incidente. Hasta aquí, se podría decir que fue un vuelo de rutina, sin embargo, resultó especial no solamente para Iberia sino también para toda España, ya que simbolizó el primer vuelo en el país utilizando biocombustibles.
La nave no requirió ninguna clase de modificación previa para recibir al nuevo combustible, que se trató de una mezcla basada en un 75 por ciento de carburante convencional, y un 25 por ciento proveniente de la planta Camelina Sativa, la cual requiere contenidos relativamente bajos de agua y nitrógeno, y que incluso puede ser usada como cultivo de rotación para el trigo. El biocombustible fue fabricado por Honeywell-UOP, y el producto final fue certificado y distribuido por Repsol YPF. Según el anuncio oficial de Iberia, el vuelo experimentó una reducción en las emisiones contaminantes cercana al veinte por ciento, un ahorro cercano a los 1,500 kilogramos de emisiones de dióxido de carbono.
Este vuelo podrá haber sido el primer paso en territorio español, pero es un camino que toda la industria aérea está tomando alrededor del globo. Un estudio de Boeing habla de una reducción en la emisión de gases que podría llegar al 80 por ciento utilizando biocombustibles. Camelia, algas y coco son apenas tres de las muchas fuentes que se están investigando y desarrollando para la creación de biocombustibles. La ASTM aprobo en julio pasado la utlización de mezclas compuestas por hasta un 50 por ciento de biocombustible, algo que empreas como Air France y Finnair Oyj ya han puesto en práctica. La IATA ha fijado metas agresivas para la reducción de contaminantes: 1.5 por ciento por año hasta el 2020, y cortar a la mitad las emisiones de carbono hacia 2050. Si tenemos en cuenta que la aviación solamente es responsable por el 2 por ciento de las emisiones anuales de CO2 hechas por el hombre, es todo un desafío. Iberia ha demostrado estar lista para enfrentarlo, y esperamos que otras aerolíneas se sumen rápidamente.