La Inteligencia Artificial (IA) es una rama de de las ciencias informáticas que ha prometido mucho, pero que está demorando más de lo previsto en cumplir con dichas promesas. Ron Sun, del Instituto Politécnico Rensselaer, cree que el “sentido común”, esa habilidad difícil de explicar que poseemos los humanos, puede incorporarse a los ordenadores. ¿Es realmente posible, o se trata de otra promesa que no se cumplirá?
“Un vendedor de monedas antiguas recibe una oferta para comprar una moneda de bronce hermosa. La moneda tiene el rostro de un emperador a un lado y la fecha 544 AC estampada en el otra. El comerciante examina la moneda, pero en vez de comprarla, llama a la policía. ¿Por qué lo hace?”, se pregunta Ron Sun, profesor del Instituto Politécnico Rensselaer. Sun, especialista en ciencia cognitiva, tiene la respuesta: la solución a este problema requiere creatividad, una habilidad en la que los seres humanos sobresalen -la moneda es falsa, ya que tanto la sigla “AC” (“Antes de Cristo”) y números arábigos no existía en ese momento- pero que los ordenadores no poseen en absoluto. Sin embargo, el modelado matemático de la creatividad podría lograr que una Inteligencia Artificial (IA) logre imitar a los humanos en el campo del “sentido común”.
Sun ha escrito un ensayo titulado "Incubation, Insight, and Creative Problem Solving: A Unified Theory and a Connectionist Model” (“Incubación, Visión y Solución Creativa de Problemas: una teoría unificada y un modelo conexionista”) que fue publicado en la edición de Julio de Psychological Review, en el que se explica como un software desarrollado por su equipo, llamado CLARION, ha obtenido interesantes resultados en este campo. En las pruebas, CLARION enfrentó problemas similares al de la moneda falsa, y salió airoso casi las mismas veces que los voluntarios humanos. En cada “examen”, los voluntarios debían proporcionar respuestas a problemas de “sentido común” e intentar explicar la forma en que habían llegado a un resultado. El 35,6% de las veces respondieron correctamente a la primera, y el 45,8% de las veces lograron hacerlo luego de tratar de explicar el razonamiento que habían efectuado. Por su parte, CLARION contestó correctamente 35,3% de las veces en la primera instancia, y en el 45,3 por ciento de las veces en la segunda instancia. El software posee un algoritmo que imita las cuatro etapas -propuestas por Graham Wallas en su libro de 1926 “El arte del pensamiento”- por las que pasa un humano al intentar resolver un problema: preparación, incubación, iluminación, y la verificación de la solución. CLARION podría ser la clave para que -finalmente- la Inteligencia Artificial merezca por fin llamarse “Inteligencia”. ¿No te parece?