En términos de moral y ética, espiar no está nada bien. Empero, hay veces en las que se justifica un poco hacer el sacrificio deontológico. El iSpy Tank sirve para esto último, dejándote espiar diferentes lugares a través de un mini tanque equipado con una cámara de video y un transmisor WiFi. El aparato no usa radio control, sino una aplicación que descargas a tu teléfono o tablet con iOS para manipularlo como si de un videojuego se tratase.
Muchas personas (por no animarme a decir todas), tienen algún tipo de miedo o de curiosidad desbordada que de alguna manera los lleva a espiar a otros. Tal vez la razón más fuerte sea la inseguridad, psicológicamente hablando. La falta de seguridad ante la inminencia de la sorpresa, la inseguridad de no tener las herramientas necesarias para ganar una ventaja por los buenos medios, etc. De todas maneras, este tipo de acciones pueden resultar con un aspecto positivo si se las utiliza para diferentes actividades, por ejemplo, en tener vigilado un hijo que está nadando solo, observar el comportamiento de los animales en determinados lugares y/o tener un ojo sobre mercaderías u objetos, además de las implicancias que podría tener un modelo mejorado en casos de desastres, derrumbes e incendios donde hubiera que registrar un ambiente en busca de sobrevivientes o lugares a salvo para abrir escapes al exterior. Todo esto lo puedes hacer a control remoto y con un mini tanque que espía a través de una cámara de video.
A diferencia de la mayoría de los coches de juguete a radio control, este mini coche, -que en realidad es un tanque- se controla mediante una aplicación móvil gratuita, utilizando tu teléfono como si fuera un mando de control. Con él podrás hacer que este vehículo espía se mueve en todas las direcciones, aprovechando la pequeña cámara que tiene montada sobre el lomo para ir grabando todo aquello que se cruce en su camino. Si el modo mando de control con botones táctiles no te convence, puedes pasar al modo de movimiento giroscópico y mover tu iPhone o iPad como si fuera un volante, tal y como haces cuando juegas a la Wii o PS3.
Operado con 6 baterías AAA, el mini tanque espía tomará fotografías durante 80 minutos de autonomía manejándolo hasta a 20-30 metros de distancia, dependiendo un poco del ambiente y de la capacidad de recepción de tu móvil. Además, como funciona con WiFi, el i-Spy Tank puede controlarse detrás de muros y paredes, toda una necesidad en caso de realizar tareas de rescate menor. Si bien es bastante asequible para lo que hace, con un precio de 80 dólares, el i-Spy Tank falla en las pruebas de calidad de imagen de la cámara, que no llega a pisar los 0.3 megapixeles, con videos de sólo 320×240 a 25 fps. Esto tiene una razón de diseño que refiere a tratar de mantener una señal de WiFi regular y consistente, así que es el usuario quien en última instancia tendrá que decidir si prefiere calidad de imagen sobre portabilidad y flexibilidad.
