Instagram registra más de mil millones de usuarios activos. Más del 60 por ciento ingresa a la plataforma al menos una vez por día, y dentro del mismo período, los perfiles llamados «comerciales» reciben 200 millones de visitas en promedio. Dicho de otro modo: Una audiencia enorme, y mucho dinero en juego. Ciertos influencers no dudan en adoptar métodos automáticos cada vez más complejos y furtivos para manipular datos, y a la hora de combatir eso, no hay nada mejor que sumar la fuerza de una inteligencia artificial, a través de la plataforma HypeAuditor.
Todavía hay muchos usuarios que se resisten a la idea de crear una cuenta en Instagram, pero las principales compañías del mercado no pueden darse ese lujo. Si bien se trata de un espacio al que no entienden por completo, han registrado correctamente su impacto y su alcance. Incluso hemos llegado al extremo de tener programas en radio y televisión que basan su contenido en las publicaciones de deportistas, artistas y famosos en la red social. Instagram es una fuerza gigantesca, y mueve más dinero del que pensamos.
Obviamente, eso nos lleva al clásico «hecha la ley, hecha la trampa», o al menos, el deseo oculto de hacer trampa. A mediados del año pasado, la gente de HypeAuditor publicó datos preocupantes: Apenas el 40 por ciento de los influencers en Instagram estaban «libres de fraude», mientras que más del 22 por ciento había demostrado un crecimiento desproporcionado. Estas anomalías sugieren una manipulación activa («comprar» seguidores es un ejemplo clásico), algo que cualquier compañía seria buscando iniciar una campaña de publicidad legítima debe evitar a toda costa.
El mes pasado hablamos sobre las características generales de HypeAuditor, como descubrir nuevos influencers, solicitar informes detallados de su «comportamiento» en línea, realizar una comparativa directa entre cuentas y evaluar sus calificaciones.
Sin embargo, nada de esto sería posible sin una robusta estructura basada en inteligencia artificial. En otras palabras, HypeAuditor vuelca el poder de fuego de sus algoritmos en la detección de fraude de influencers, de modo tal que podemos optimizar la efectividad, y por sobre todas las cosas, la credibilidad de nuestras campañas.
Pero eso no es todo. El CEO de HypeAuditor, Aleksandr Frolov, reconoció que desea crear una especie de nuevo estándar en el marketing de influencers. Si esas maniobras son detectadas de forma rápida y precisa, el mercado en general será más saludable, lo que se traduce en un mayor presupuesto disponible para campañas futuras.
Por ejemplo, la compañía destacó un par de meses atrás que el 47 por ciento (promedio) de los influencers en Singapur utilizan métodos artificiales para inflar sus estadísticas. ¿Quién en su sano juicio invertiría dinero con ellos? El fraude de influencers es global, y HypeAuditor puede detectarlo. Si la publicidad en línea es lo tuyo, necesitas a este aliado.
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