La parálisis del sueño afecta a millones de personas. Destruye el valor del descanso, genera estrés y depresión, es un camino directo al insomnio, y las experiencias negativas quedan grabadas a fuego. El fotógrafo Nicolas Bruno sufre parálisis del sueño, pero a través de la fotografía ha encontrado una vía de escape, una forma de compartir sus demonios con el público. La impresionante calidad de sus obras ayuda a reflejar el caos interior que vive Bruno cuando apoya la cabeza en la almohada. Escenas retorcidas, claustrofóbicas y agobiantes. Ojos vendados y cabezas cubiertas. Manos y cuerdas por todas partes. Un infierno personal convertido en arte.
Una pieza fundamental para la creación de estas imágenes ha sido el diario de sueños en el que Bruno escribe desde su época en la preparatoria. Todo lo que vio y sintió, las distorsiones y el impacto en su propio cuerpo. La transformación de texto en conceptos, personajes y tramas. A partir de ahí surge el desarrollo de cada sesión, que como podrás apreciar más abajo, es extremadamente complejo y exigente. Viajar hasta la ubicación exacta, trabajar en el agua y el barro, regresar y comenzar el proceso de edición. La herramienta principal de Bruno es su cámara Nikon D810 (en diciembre pasado hablamos de su hermana pequeña, la Nikon D750), y aplica una combinación de Lightroom y Photoshop. Si quieres saber más sobre el arte de Nicolas Bruno, tienes dos opciones: Visitar su página oficial y seguir sus perfiles sociales en Instagram y Facebook, o en caso de que tengas la posibilidad de viajar a New York, ir a la Haven Gallery en Northport y ver su exposición In Limbo. Hay tiempo hasta el 31 de marzo.
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