Los especialistas del Fermilab -uno de los laboratorios científicos más avanzados y afanados del mundo- están construyendo un aparato denominado “Holometer” (u “holómetro”), cuya función será determinar si el universo tridimensional que perciben nuestros sentidos es “de verdad” o solo se trata de un holograma. El artefacto busca responder la vieja cuestión de si el espacio-tiempo es uniforme o discreto. Neo, donde quiera que esté, ya conoce la respuesta.
¿Como es realmente el universo que percibimos? Esta pregunta aparentemente inocente ha mantenido a ejércitos de físicos discutiendo durante mucho más tiempo del que hubiesen preferido. Cuando descubrieron que la energía en realidad no podía tomar “cualquier” valor, sino que estaba “dosificada” en pequeñísimos paquetes (llamados cuantos) resultó inevitable preguntarse si las dimensiones espaciales son realmente tan continuas como nos parecen o si, por el contrario, también están “pixeladas”. ¿Que significa esto? Imaginemos que tomamos una cámara fotográfica que posea una resolución de “infinitos megapíxeles”, y comenzamos a tomar fotografías de un objeto cualquiera. A “1x” el objeto aparece tal como lo vemos con nuestros ojos. A “10x” comenzamos a percibir detalles que difícilmente veríamos a simple vista. A “100x” comienzan a aparecer detalles imperceptibles de otra manera, que revelan las microrayaduras y granos de polvo depositados sobre su superficie. Si seguimos aumentando el detalle de las imágenes, llegará un momento en que podremos “ver” las moléculas que lo conforman. Y si seguimos aumentando la resolución de nuestra cámara imaginaria, veremos sus átomos, y luego sus partículas. Lo que intentan averiguar los científicos es si esta “realidad”, en alguna escala que somos incapaces de percibir, comienza a “cuantificarse” tal como se “pixela” una fotografía al aplicarle un valor de zoom demasiado alto.
Determinar semejante cosa no es, por supuesto, una tarea sencilla. Los encargados de tomar el toro por las astas han sido los científicos del Fermilab, el laboratorio físico nacional estadounidense que posee el segundo acelerador de partículas más potente del mundo. Una de las teorías que manejan los especialistas -y que a los profanos nos suenan a chino básico- es que la realidad consiste solamente en dos dimensiones, y lo que percibimos como una “tercera dimensión” no es otra cosa que una “ilusión” -sumamente realista, por supuesto- que surge de la interacción de estas dos con el tiempo. Si esto es cierto, la realidad sería algo así como un holograma, una especie de truco de mago de feria en el que se nos “vende” una dimensión que realmente no está allí. Algunos físicos creen que no podemos darnos cuenta del engaño “culpa” de algunas limitaciones impuestas por las leyes de la física, como que “nada puede viajar más rápido que la luz” y naderías por el estilo. No sabemos como se podría conciliar todo esto con las 10 dimensiones contempladas por la Teoría de Cuerdas y los universos paralelos que buscan con el LHC, pero seguramente ambas hipótesis no puedan ser válidas a la vez.
En el Fermilab han comenzado la construcción de un holómetro (“holometer”) , un cacharro de altísima tecnología que podría atisbar por los “espacios” existentes entre uno y otro “píxel” de la realidad. Explicar como funciona una máquina como esa es sumamente complicado, pero en un comunicado del laboratorio han dejado entrever que hará su magia gracias a un reloj extremadamente preciso (en realidad, será el más exacto jamás construido) y un láser. Los primeros datos serán proporcionados por el holómetro en algún momento del año próximo. Esto significa que tienes entre 3 y 12 meses para decidir si tomas la pastilla roja o la pastilla azul. ¿Que harás tú?