La Era Espacial ejerció una enorme influencia en la estética de muchos mercados a finales de los ’60, y los automóviles no fueron la excepción. Varios fabricantes desarrollaron prototipos futuristas para evaluar tecnologías experimentales, y uno de los más interesantes es el Holden Hurricane, construido por la compañía australiana Holden en 1969. Con una combinación de instrumentos digitales y electromecánicos, navegación magnética, una cámara retrovisora integrada y regulación automática de temperatura, el Hurricane está a la par de muchos vehículos modelos, aún con 53 años sobre el chasis.
Los ingenieros aprovechan el perfil experimental de los concept cars para explorar tendencias de diseño sin mayores riesgos, y en algunas ocasiones, sus resultados se graban a fuego en nuestras mentes. La galería que compartimos con los mejores coches retrofuturistas de los últimos 50 años está llena de concept cars, y para ser honestos, creo que nunca nos vamos a cansar de ellos.
Algunos de esos vehículos son verdaderamente maravillosos, y todavía soñamos con verlos circular en mayor o menor medida. La alternativa es ver sus tecnologías aplicadas sobre modelos de producción general, y algo de eso sucedió en el caso del Holden Hurricane, diseñado por la compañía Holden, histórica subsidiaria de General Motors en Australia.
Holden Hurricane: El futuro del pasado en cuatro ruedas
Si hablamos de una pantalla en el tablero, instrumentos digitales y electromecánicos, control de clima automático y navegación asistida, es probable que el Hurricane no llame mucho la atención… pero el punto es que incorporó todo eso en 1969, anticipándose años enteros al resto de la industria. ¿Qué sabemos de ese sistema de navegación? Llevaba el nombre Pathfinder, y dependía de señales magnéticas en el camino para asistir al conductor. El control automático de aire acondicionado fue bautizado Comfortron, y la radio, aunque no tenía un título formal, podía buscar y sintonizar estaciones por su cuenta.
El ojo entrenado seguramente ya detectó la inexistencia de puertas en el Holden Hurricane, reemplazadas con una cúpula que se abre sobre el tablero y el volante. El cuerpo del Hurricane está hecho en fibra de vidrio, y su altura máxima (con la cúpula cerrada) es de apenas 99 centímetros. Ahora, la pregunta que muchos se deben estar haciendo es «¿cómo se conduce en reversa con la parte de atrás bloqueada?» Holden resolvió ese detalle instalando una cámara en el parachoques, equipada con una fotocelda para su adaptación a diferentes niveles de luz, y conectada a un sistema de circuito cerrado.
Lamentablemente, casi nada de esa innovación llegó a las unidades de consumo general con el cambio de década, siendo la única excepción su motor V8 de 4.2 litros, que dio lugar a más de medio millón de unidades Holden con motores similares en territorio australiano. ¿Qué sucedió con el Hurricane? Fue «redescubierto» en 1988, y restaurado por Holden Design en 2011 (el vídeo que compartimos es de ese año).
Fuente: Supercars