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Historia de la Commodore 64

Icono de las home computer de los años ´80, la Commodore 64 fue el más vendido y llevó a toda una generación hacia sus primeros pasos en el mundo de la informática y los juegos. Para quienes no lo hayan vivido: están ante parte de la historia. Para los nostálgicos: pasen y recuerden.

La Commodore 64 fue el ordenador más vendido del mundo, y el que marcó toda una época. Más de 20 millones de unidades vendidas en todo el planeta hablan a las claras de un fenómeno que dio comienzo al furor por las home computers, generó una histórica rivalidad con Sinclair y acercó a muchos a su primer ordenador.

La historia de la Commodore 64 está ligada a la vida de Jack Tramiel, un polaco nacionalizado norteamericano que estuvo detenido en campos de concentración cuando era pequeño pero pudo sobrevivir y escapar gracias a que fue rescatado por un batallón del ejército de EEUU. Por esa razón, emigró a ese país y se enlistó como voluntario.

Jack Tramiel

Estando allí se dio cuenta de que las máquinas de escribir fallaban bastante seguido y eran enviadas a reparación, tarea que tenía un importante costo. Al ver un gran negocio en puerta, Tramiel comenzó a realizar los arreglos de las máquinas, pero luego dejó el uniforme y se fue a vivir a Toronto, desde donde importaba máquinas fabricadas en Checoslovaquia, a las cuales les ponía el nombre de su compañía: Commodore International.

La idea del nombre se debe a que Tramiel quería algo relacionado con el ejército para ilustrar su pasado entre las armas y su agradecimiento al mismo por haberlo salvado cuando estaba prisionero de los nazis. El negocio de las máquinas creció y Tramiel comenzó a exportar mucho hacia EEUU y Europa.

Pero en el mejor momento del mercado las máquinas de escribir comenzaron a llegar desde Japón a muy bajo costo, y Commodore International casi quiebra debido a las bajas ventas. Endeudado, Tramiel pidió un crédito y luego de salvar a la compañía vio en el naciente mercado de las calculadoras electrónicas su gran oportunidad.

Así es como comenzó a dedicarse a ello y generó un boom en EEUU, donde todas las grandes empresas tenían sus productos y cuando se hablaba de una calculadora se decía “una Commodore”. Pero entonces Texas Instruments, fabricante de los chips con los que se fabricaban las Commodore, decidió lanzar su propia línea de calculadoras a costos mucho más bajos.

Otra vez Commodore estuvo a punto de quebrar, pero Tramiel pudo conseguir financiación, y además de salvar nuevamente a la empresa aprendió una importante lección: No te apoyes en otros fabricantes; si puedes fabrica tu mismo los componentes.

Y así lo hizo: Tramiel contrató a Chuck Peddle, un ex empleado de Motorola que estaba trabajando en un desarrollo para mejorar el chip 6800: el 6502. Con este chip Commodore fabricó su primer ordenador, el PET, que posteriormente devino en el Commodore VIC-20.

Hace pocos días, cuando vimos la historia de Linux, pudimos conocer que este fue el primer ordenador que el talentoso finlandés tuvo entre sus manos, y con el que aprendió a programar. Otra nota de color relacionada con esta época de la historia de la informática nos dice que justo antes de comenzar con la PET, Tramiel estaba tan ansioso por ingresar al mundo de las home computers que realizó una oferta para adquirir Apple. Steve Jobs pensó que era grandiosa y quiso vender, pero Wozniak le pidió que no lo hiciera porque el dinero era poco para lo que vendría. Muchos dicen que Jobs le hizo ganar millones a Wozniak, pero ya ves que también “Woz” salvó a Jobs y casi sin darse cuenta le salvo el negocio.

Bueno, volvamos a Commodore: con la salida de la VIC-20 se generó una mini revolución gracias a su ínfimo precio y a un pack de juegos que se vendían junto con ellas. Y el camino quedó allanado para que cuando tiempo después la Commodore 64 saliera al mercado, la sola mención de su nombre ya diera cuenta de un home computer de calidad.

Commodore VIC-20

Y si la VIC-20 había logrado armar alboroto, la C64 directamente fue el germen de la locura total: los fanáticos se agolpaban en las tiendas para comprarlas, surgieron infinidad de productos de hardware relacionados, muchas revistas dedicadas a juegos y programas para la Commodore, y hasta software comercial que ayudó a generar divisas para compañias tales como Microsoft, que con su hoja de cálculo Multiplan tuvo buenos ingresos. Electronic Arts también surgió en esa época de la mano de Trip Hawkins, un ex empleado de Apple que comenzó a desarrollar videojuegos y tuvo en Pinball Construction Set su primer gran éxito, de los muchos que tendría y sigue teniendo.

El esfuerzo comenzaba a rendir sus frutos para Tramier, un hombre acostumbrado a la dureza de la vida y a tener que aprender como sobrevivir desde muy chico, que pudo superar muchos obstáculos en su vida para poder llegar a triunfar.

Siempre es más fácil entender un fenómeno si se analiza el entorno y el momento en el que se produce. En primer lugar, el plan de Tramier fue excelente ya que los ordenadores comenzaron por venderse en tiendas especializadas que tenían acceso a precios especiales para la venta de accesorios, con los cuales ganaban casi tanto dinero como con la venta de la Commodore 64 misma. Además, siendo especialistas en hardware, podrían repararlas cuando surgiera algún problema, de modo que los clientes tenían la garantía de que su home computer podría ser reparada, y las tiendas tenían a la vez ganancias a futuro con la reparación.

Commodore 64

Además de esto, cuando la Commodore 64 salió a la venta, los ordenadores PC salían 10 veces más caros, y utilizarlos era complicado. Sus capacidades gráficas y de sonido eran inexistentes, por lo que solo eran utilizados en grandes empresas, que eran las únicas que podían pagarlos.

La Commodore 64, por el contrario, no solo era económica sino que además gracias al SID 6581, el mejor chip generador de sonidos de la historia. Con 3 canales mono, su gran capacidad de procesamiento le convirtió en el trampolín que lanzó a esta home computer a la fama, posibilitando la llegada de juegos superiores a los de cualquier otra plataforma, algo a lo que también contribuyó la facilidad para programar “sprites” en la Commodore.

SID 6581

Livingstone Supongo, Spy vs. Spy (¿el primer juego multiplayer?, Green Beret, Ghost Goblins o Choplifter son solo algunos de los clásicos que llegaron luego. Las legiones de fanáticos comenzaron a surgir en todo el mundo, y las ventas se dispararon a niveles insospechados, los User Groups de Commodore 64 florecían por doquier.

Si te preguntas que puede haber pasado luego, las respuestas son varias. En primer lugar, el consumo de ordenadores PC por parte de las empresas fue logrando que poco a poco su precio baje, y al aumentar sus prestaciones y tener una base tan grande de usuarios de una misma plataforma, se hizo más rentable desarrollar software y hardware para la plataforma PC en lugar de tener que trabajar para varias (Commodore, Sinclair, Atari, Amstrad). La evolución tecnológica siempre juega su parte y al bajar de precio las plataformas de 16 bits dejaron en el camino a los viejos home computer de 8 bits.

Para fines de 1984 Commodore se había vuelto demasiado grande y Tramiel ya no tenía todo el poder por lo que descontento con ello abandonó la compañía y se dedicó a otros negocios, entre ellos la adquisición de Atari. Pero antes de irse, tuvo una pequeña revancha personal cuando gracias al éxito impresionante de “su” Commodore 64 pudo literalmente sacar del negocio a Texas Instruments, que con su excelente TI99-4A no logró las ventas que esperaba.

Ya sin Tramiel al mando, Commodore sacó al mercado la Amiga, un ordenador que con mejor manejo de marketing y una buena estrategia de precios pudo haber cambiado la historia, ya que se trató del primer ordenador con capacidades multimedia reales. También salió la Commodore 128, una gran mejora respecto a la 64 pero que no pudo torcer la historia de las home computers, que ya veían como los ordenadores PC les hacían cada vez más difícil la existencia.

Commodore Amiga

Algunos años después, Commodore International quebró y desapareció del mapa, para retornar convertida en PC gracias a la licencia por uso del nombre. Para quienes tuvimos la suerte de tener algunas de las home computer de los años 80, sabemos que jamás las olvidaremos, y la Commodore 64 sin dudas fue el puntal que abrió el camino para la explosión de los videojuegos en el hogar. Aunque las frías crónicas puedan decir que la Commodore murió, eso no ha sucedido. Sigue viviendo en el corazón de sus fanáticos, que nunca la olvidarán. La Commodore, al igual que el Mustang u otros íconos, jamás morirá.

Escrito por editorwp_2544

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