El origen de los satélites de Marte ha sido siempre un misterio para los astrónomos. Durante algún tiempo se pensó que ambas lunas podrían ser asteroides capturados por el campo gravitatorio del vecino planeta, pero los investigadores del Instituto Nacional de Astrofísica de Italia han encontrado evidencias que Fobos -el mayor de las dos lunas marcianas- se formó con rocas desprendidas del planeta durante una enorme explosión producida por el impacto de un meteorito. ¿Será este el verdadero origen de Fobos?
¿Como se formaron las lunas de Marte? Esta pregunta ha mantenido ocupados a los astrónomos durante miles de horas. Resulta bastante difícil determinar de que forma llegó hasta donde se encuentra hoy un cuerpo del tamaño de Fobos. Sin embargo, los astrónomos tienen herramientas que les permiten elaborar hipótesis a partir de las evidencias que se van encontrando. Durante bastante tiempo se creyó que las lunas del planeta rojo no eran otra cosa que asteroides que hace millones de años habían sido “capturados” por el campo gravitatorio de Marte. Pero un estudio presentado durante el Congreso Europeo de Ciencia Planetaria que se celebra en Roma, toma como base las ultimas evidencias obtenidas por las misiones robóticas enviadas al vecino planeta para concluir que Fobos podría haberse formado a partir de la aglomeración de material desprendido de la superficie marciana durante una colisión producida entre ese planeta y una enorme roca espacial.
¿Cuales son las pruebas que han inducido a los científicos a elaborar esta teoría? En primer lugar, los datos proporcionados por la sonda Mars Express, de la Agencia Espacial Europea (ESA). Las observaciones efectuadas en las longitudes de onda correspondientes al infrarrojo térmico obtenidas por el Espectrómetro Planetario Fourier (PFS) abordo del Mars Express han servido para demostrar que las condritas carbonáceas presentes en Fobos no se corresponden con ninguno de los tipos encontrados en los meteoritos que se ha podido analizar en la Tierra. Este material rocoso, especialmente rico en carbono, tuvo origen en la formación del Sistema Solar y se encuentra generalmente en los asteroides que orbitan alrededor del Sol, en el denominado “cinturón principal” ubicado entre Marte y Júpiter. Las diferencias observadas entre la variedad de rocas presente en Fobos y la encontrada en meteoritos sirvió para descartar la vieja teoría de que estas lunas eran asteroides capturados.
Pero entonces ¿de donde salió el material que formó a Fobos? La evidencia parece apoyar la hipótesis de que las mismas rocas que conforman superficie de Marte fueron -de alguna manera- expulsadas hasta la órbita. Una vez allí, con el transcurso del tiempo y a raiz de las fuerzas gravitatorias, se agruparon para formar Fobos. El doctor Marco Giuranna, coautor del estudio, explica que “por primera vez se pudo detectar un tipo de material llamado filosilicato en la superficie de Fobos, particularmente en áreas al noreste del Stickney, el mayor cráter de impacto que posee esa luna". Por lo que sabemos, ese tipo de rocas se forman ante la presencia de agua, y han sido halladas antes en la superficie del planeta rojo. “Esto es muy interesante”, continúa Giuranna, “porque implica la interacción entre los materiales de silicato y el agua en estado líquido antes de su incorporación en Fobos". El científico explica que si bien “los filosilicatos pudieron haberse formado en Fobos, lo cierto es que se hubiese necesitado de una gran cantidad de calor interno para la existencia de agua líquida”, algo que sabemos la luna marciana no posee.
Si este análisis es correcto, la formación de Fobos está mucho más relacionada con Marte que con los asteroides del cinturón principal. Datos adicionales, como la forma de su órbita, apoyan la teoría del impacto y posterior formación de Fobos. Pascal Rosenblatt, del Real Observatorio de Bélgica, explica que "la teoría de la captura de un asteroide no sirve para explicar la órbita casi circular y casi ecuatorial que poseen ambas lunas marcianas". Este tipo de evento podría ser más común de lo que puede creerse a priori, ya que son muchos los científicos que creen que la Luna de la Tierra también tuvo un origen similar.