¿Cuantas veces al mes damos vueltas por casa buscando las llaves del coche o esa memoria USB que tiene todos nuestros documentos importantes? Dependemos de nuestra memoria, pero su poca fiabilidad nos juega permanentemente malas pasadas. Sin embargo, hay un puñado de personas que sufren de un extraño mal, llamado hipermnesia, que los atormenta impidiéndoles olvidar siquiera el hecho más insignificante de sus vidas.
Una persona que padece hipermnesia posee una memoria autobiográfica prácticamente perfecta. No hay muchos casos documentados, pero los pacientes con este mal son capaces de recordar todos los detalles de cualquier día de su vida, incluso los más insignificantes como la hora exacta y todos los eventos que sucedieron minuto a minuto. Un cerebro normal solo registra, a largo plazo, aquellos eventos que resultan importantes -por una u otra razón- a su dueño.
La memoria de corto plazo va siendo “borrada” constantemente, y solo unos pocos recuerdos son almacenados definitivamente en la memoria de largo plazo. La mayoría de nosotros solo podemos recordar una decena de hechos relevantes por cada año de nuestra vida, el resto solo “aparece” si son estimulados por una fotografía o el reencuentro con alguna persona u objeto relacionado.
La raíz etimológica del termino hipermnesia (hyperthymesia), se encuentra en “thymesis” (recordar) e “hiper” (sobre, por encima de). “mnesis” también es una extensión de la misma etimología, y significa recuerdo. Sólo se ha podido confirmar este síndrome en pocas personas. Una de ellas es una mujer, de la que solo se conocen sus iniciales “A.J.”, y que comenzó a recordar los días de su vida con todo detalle a partir de los 12 años. Al mencionarle una fecha cualquiera, A.J. es capaz de recordar con exactitud lo que hacía y qué día de la semana era. Según sus propias palabras, “puedo elegir una fecha cualquiera entre 1974 y hoy, y saber qué día de la semana fue, qué estaba haciendo y cualquier otro dato de importancia que haya ocurrido en esa fecha.” Tan fabulosa es su memoria, que sus amigos y conocidos la llaman “el calendario humano”.
La literatura también conoce de casos de hipermnesia. El genial Jorge Luis Borges, el en cuento “Funes el memorioso” (Ficciones, 1944), abordó el tema desde la perspectiva de un hombre que recordaba todo, con prodigiosa exactitud. Sin embargo, Funes no era un hombre feliz. Por ejemplo, al ver su propia cara en el espejo cada día, la encontraba distinta de la que había visto el día anterior (de la que recordaba cada ínfimo detalle), y se desesperaba tratando de entender cómo podía tratarse del mismo rostro. Además, recordar un día completo le llevaba a Funes exactamente otro día completo de tiempo, lo que plantea algunas paradojas interesantes. Borges, al respecto, solía preguntarse si “¿tiene sentido un mapa de China tan grande como China?” Evidentemente, puesto en esos términos, la hipermnesia no es precisamente una ventaja.
Otro caso bastante conocido es el del Brad Williams, un locutor de 51 años originario de La Crosse, Wisconsin. Brad, a diferencia de A.J., ha vivido con este don desde pequeño. Para él, recordar todo es algo normal. Fue hace unos años que, leyendo sobre la historia de A.J., se dio cuenta que lo que pasaba en su cabeza no era, en absoluto, algo normal. “Siempre he sido una especie de Google para mi familia“, confesó en una entrevista concedida al programa Good Morning America, de la cadena ABC.
Sus compañeros adoran la memoria de Williams. “Es como una enciclopedia andante”, dicen. Fue su hermano, Eric Williams, quien filmó un documental sobre el mal que aqueja a Brad. Titulado Unforgettable (Inolvidable), en el documental se puede ver cómo Brad compite con Google contestando a 20 preguntas del tipo “quién ganó el Oscar a la mejor actriz secundaria en 1985” o “quién se casó el 6 de octubre de 1991”.
El vencedor, por loco que parezca, fue Williams. Encontró 18 respuestas correctas en unos 11 minutos menos que la persona que utilizaba el buscador. Dejando de lado que 11 minutos parece mucho tiempo para encontrar 20 respuestas de ese tipo en Google -quizás el operador del PC no estaba demasiado “entrenado”- lo cierto es que no cualquiera puede recordar todos esos datos, y menos con tanto detalle. Eric tiene una explicación: “Todos tenemos la habilidad de almacenar la información. La diferencia es que Brad consigue recuperarla”.
Hay algunos casos de “hipermnesia temporal”, casi siempre ligados a experiencias traumáticas, en los que el paciente no puede evitar “volver a vivir” el suceso con todos los detalles, incluidos aromas, colores, clima o sabores. Los científicos creen que este padecimiento se relaciona con alguna clase de “mal funcionamiento” de la corteza superficial del cerebro, región en la que se encuentra la memoria inmediata. Como sea, no son muchos los casos en que esto ocurre y algunos, como Gordon Bell, buscan en la tecnología una especie de “muleta” que les ayude a recordad sus vidas. Mientras tanto, el resto de los mortales, seguimos soltando maldiciones cada vez que perdemos las llaves.
Hipermnesia en Wikipedia: Haz clic aquí