El avance de los dispositivos vestibles no se detiene, y los fabricantes continúan explorando formatos que van más allá de los sensores personales, los relojes y los brazaletes. Casi un año atrás, apareció en Indiegogo el proyecto Hexoskin, que buscaba comercializar una camiseta inteligente con funciones para llevar a cabo múltiples lecturas biométricas. Hoy, Hexoskin se ha hecho realidad.
Tenemos una gigantesca cantidad de información disponible a través de nuestros dispositivos favoritos. No importa si es un detalle oscuro en la historia, lo último en tecnología, los vaivenes económicos o instrucciones para fabricar algo, estamos sin dudas en la era más conectada de la que se tenga registro. Aún así, hay algo que ignoramos con cierta frecuencia, y es el estado de nuestro cuerpo. Dormimos mal una noche, pero es fácil culpar al colchón o la almohada. Pasamos un día entero con el estómago revuelto, y el chivo expiatorio pasa a ser la última hamburguesa con ketchup. Nos duele el cuello, una mala postura. Si nos mareamos, es un golpe de calor. Así se van acumulando las excusas, pero son cada vez más las compañías convencidas de que la tecnología nos puede dar datos más precisos sobre cómo nos sentimos en realidad, lo que ha llevado al desarrollo de productos como Hexoskin.
En esencia, lo que plantea Hexoskin es monitorear varios aspectos de nuestra actividad física diaria, no como un reloj o un sensor conectado a un electrodo, sino como una camiseta inteligente, la cual puede ser usada durante el ejercicio, el trabajo, e incluso cuando nos vamos a dormir. En total, los sensores integrados a Hexoskin tienen la capacidad de monitorear hasta 42 mil puntos de datos por minuto. Ritmo cardíaco, cantidad de pasos, niveles de estrés, respiración y hasta calidad del sueño son parte de las mediciones que se encuentran al alcance de Hexoskin. Su conectividad vía Bluetooth habilita al usuario a visualizar todos los datos en tiempo real con una aplicación dedicada bajo Android o iOS, y en lo que autonomía se refiere, su batería dura poco más de catorce horas.
De más está decirlo, Hexoskin puede introducirse en la lavadora, es resistente a olores y cloro, y se seca muy rápido. En octubre de 2013, los desarrolladores de Hexoskin recibieron 165 mil dólares a través de Indiegogo para financiar el desarrollo de esta interesante camiseta. Con los múltiples tropiezos que hemos visto en el mundo del crowdfunding recientemente, es un gusto saber que Hexoskin ya se encuentra disponible al público. La distribución está limitada a los Estados Unidos, y su precio de 399 dólares probablemente sea un poco difícil de digerir, pero si lo colocamos en perspectiva, es el mismo precio de una tablet decente, y no suena tan descabellado si a cambio recibimos detalles específicos sobre la forma en que dormimos y nos ejercitamos.