¿Tan pronto? Es decir, finalmente el códec H.264 tiene el lugar que ha codiciado durante los últimos años (cortesía de ciertas presiones a nivel corporativo, entre otras cosas), pero la realidad indica que el vídeo en alta definición debe ser más eficiente, y eso implica utilizar un nuevo estándar. El nombre es High Efficiency Video Coding, también conocido como H.265, desarrollado en conjuto por la gente de MPEG y VCEG. ¿Qué es lo que promete? Cortar el bitrate y la demanda de almacenamiento a la mitad manteniendo la misma calidad de H.264, y soportar a la llamada resolución 8K.
Puede que todavía no haya sido confirmado a un nivel de “documentación”, pero ya no tiene sentido alguno negarlo: H.264 es un estándar de facto entre los códecs de vídeo. Se han llevado a cabo diferentes esfuerzos, en particular por el lado de Mozilla, buscando una alternativa más abierta y libre de patentes. Sin embargo, al apoyo indeclinable de Microsoft y Apple sobre H.264, sumado a que el anuncio de Google de quitar H.264 nunca terminó de materializarse, y todo eso sin mencionar la amplia compatibilidad de la que disfruta el códec a través de múltiples dispositivos y plataformas, terminaron por cementar su posición para bien o para mal. Y aún así, ya están buscando reemplazarlo. Los primeros indicios se observaron gracias a la gente de Qualcomm en el pasado Mobile World Congress. Oficialmente es conocido como High Efficiency Video Coding o HEVC, pero en general simplemente se lo llama H.265.
¿Por qué reemplazar a H.264, si supuestamente está funcionando tan bien y es tan compatible? Porque la demanda sigue creciendo. Los fabricantes ven a la resolución 1080p como un punto de estancamiento, y quieren llevar a los límites más allá. En más de una ocasión hemos hablado sobre resoluciones 4K, y para acelerar su adopción, los códecs involucrados deben ser mucho más eficientes. HEVC anuncia dos mejoras drásticas: Mantener la misma calidad de imagen utilizando la mitad del espacio y el ancho de banda, y expandir el rango de resoluciones hasta llegar a los límites del 8K. Tanto el mercado de la televisión (más canales en el mismo ancho de banda) como el de los dispositivos móviles (streaming más eficiente) estarían entre los principales beneficiados por el códec.
Se ha anunciado que, con el borrador del estándar completado, los primeros servicios deberían hacer acto de presencia en el entorno móvil el año entrante. Pero también existen ciertos detalles técnicos que deberán ser vigilados. Un códec que mantiene la calidad de imagen pero duplica su capacidad de compresión claramente necesitará de mayor poder de procesamiento para funcionar. En febrero pasado se había dicho que los tiempos de codificación para los vídeos HEVC eran demasiado largos, pero con tantos beneficios disponibles, alcanzar un nivel de optimización adecuado será apenas una cuestión de tiempo. Si en el pasado buscábamos una razón para tener cuatro núcleos y más de tres millones de píxeles en una tablet, con HEVC ya tenemos una.