La velocidad máxima es un factor crítico para cualquier supercoche. No sólo tiene un valor gigantesco a la hora de promocionarlo, sino que también transmite todas las mejoras técnicas que ha logrado implementar su fabricante. El Hennessey Venom GT salió a dar una vuelta en la pista donde la NASA aterrizaba sus transbordadores, y se trajo de vuelta un récord: 435.31 kilómetros por hora.
Por supuesto, existen coches que han ido más rápido, aunque llamarlos coches implica doblar un poco a esa categoría. Básicamente estamos hablando de cohetes con ruedas, como es el caso del ThrustSSC, que pulverizó la barrera del sonido en octubre de 1997. Pero ahora, bajemos a un terreno más “humilde”, si nos podemos dar el lujo de llamar humildes a coches con precios de seis o siete dígitos. En junio de 2010, el Bugatti Veryon Super Sport registró una marca de 434.29 kilómetros por hora, convirtiéndose por un período de tres años y ocho meses en el coche de producción más veloz del mundo. El pasado 14 de febrero, un Hennessey Venom GT viajó a la pista del Centro Espacial Kennedy de la NASA, donde la agencia espacial aterrizaba a sus transbordadores. El detalle técnico que permitió al Hennessey Venom GT circular por esa pista (debe existir algún objetivo científico) fue una asociación con la gente de Pennzoil, que estaba probando a un nuevo aceite sintético para motor, basado en gas natural. El piloto Brian Smith pisó el acelerador a fondo, y el número certificado por el Racelogic VBOX es de 270.49 millas por hora, equivalentes a 435.31 kilómetros por hora.
Semejante velocidad hace al Hennessey Venom GT el coche de producción más rápido sobre la faz de la Tierra… pero la gente de Guinness no reconocerá la prueba. ¿Por qué? Porque el proceso requiere que el Hennessey Venom GT cumpla con dos reglas: Deben existir un total de treinta unidades o más para ser calificado como “coche de producción” (solamente se harán 29 GTs), y tiene que correr en ambas direcciones, tomando la velocidad máxima en cada caso, para calcular su promedio. ¿Quién bloqueó la segunda pasada del Venom? Bueno, la NASA. Hennessey debió iniciar un proceso de dos años para ganar acceso al centro espacial. El Venom GT pedía a gritos una vuelta más, pero los representantes de NASA aparentemente le bajaron el pulgar a la idea. Aún así… 435.31 kilómetros por hora. Asumiendo una línea recta y velocidad constante, es Barcelona-Madrid en menos de 70 minutos. Una bestia, por donde se lo mire.