Una rápida visita a Twitter X y otras redes sociales confirmará que en los Estados Unidos tienen un problema muy serio con las máquinas de helados de McDonald’s. Más del 10 por ciento está fuera de servicio en todo momento, y solamente su fabricante, Taylor Company, posee autorización para llevar a cabo las reparaciones, recaudando una verdadera fortuna en el proceso. Sin embargo, la gente de iFixit ha decidido unir fuerzas con Public Knowledge para solicitar a la Oficina de Copyright una excepción del DMCA, destinada a las máquinas de helados…
Una página llamada McBroken.com se encarga de documentar con precisión el estado de las máquinas de helados que McDonald’s tiene instaladas en los Estados Unidos y parte de Canadá. Lo más impresionante es que el porcentaje de fallos oscila entre el 10 y el 12 por ciento, muy alto para cualquier equipo de «grado comercial». Los reportes provenientes de Europa sugieren que sus máquinas no fallan con tanta frecuencia, y eso obviamente genera sospechas sobre la distribución de equipo con una calidad inferior al otro lado del charco.
¿Por qué? Porque la Taylor Company, fabricante original de las máquinas, mantiene un acuerdo especial con McDonald’s que le da exclusividad sobre las reparaciones… a un costo de 144 dólares por la primera media hora, y 315 dólares por cada 15 minutos adicionales de servicio técnico. Cualquier intento por parte de los franquiciados de reparar/reemplazar las máquinas podría provocar la furia del emperador Palpatine McDonald’s, y el retiro de la franquicia.
Helados de McDonald’s, y el derecho a reparar
La historia nos dice que dos emprendedores, Melissa Nelson y Jeremy O’Sullivan, crearon un dispositivo llamado Kytch que presenta información clara y en tiempo real sobre el funcionamiento de las máquinas Taylor, y más importante aún, sus extraños códigos de error. La reacción de McDonald’s fue advertir a sus franquiciados que el Kytch accede a «información confidencial», y que «puede provocar heridas». Los creadores del Kytch respondieron con una demanda por 900 millones de dólares contra McDonald’s, argumentando que la cadena esencialmente destruyó su negocio.
Pero las máquinas siguen rotas… y ahí es cuando interviene iFixit. La sección 1201 del DMCA declara ilegal al bypass de protecciones de seguridad en ciertos dispositivos, aún cuando el objetivo es repararlos. La novedad es que iFixit unirá fuerzas con Public Knowledge para solicitar una excepción del DMCA. Hasta la fecha, todas las excepciones se han enfocado en dispositivos de consumo general, pero esto lleva la pelea al territorio de las máquinas comerciales.
Para finalizar, quiero compartir el documental que Johnny Harris creó sobre el tema, y que explica con mayor profundidad las «fallas» de estas máquinas, el negocio de Taylor con las «reparaciones», y la información omitida en los manuales del usuario…
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