Parece que al Pentágono no le alcanza con el trabajo que tiene en Irak, y ha decidido solicitar fondos para el desarrollo de un vehículo capaz de volar a 10 veces la velocidad del sonido. EE.UU. utilizaría estos vectores para “colocar” una ojiva en cualquier país del mundo en cuestión de minutos, sin necesidad del apoyo de terceros países.
La Casa Blanca tiene planes para fabricar el bombardero más veloz de la historia, un vehículo capaz de volar a 10 veces la velocidad del sonido. Según los desarrolladores, llegará en dos horas a los lugares más lejanos del planeta, transportando ojivas de diferentes tipos. Este bombardero forma parte de un programa especial del Pentágono que se encarga del diseño de nuevas armas concebidas para que EE.UU. dependa menos de sus aliados. Estos nuevos armamentos se están fabricando bajo el nombre codificado de "Falcon" (“Halcón”).
Los estrategas de EE.UU. han notado que necesitan ser más autosuficientes en materia militar. No pueden darse el lujo de depender de la cooperación de países aliados que a menudo resultan reticentes a atacar terceros países. No quieren que la participación de otras naciones en sus planes militares obstaculicen el uso de la fuerza, tal como sucedió en los meses previos al comienzo de la ofensiva contra el régimen de Saddam Hussein en Irak.
En los próximos días los representantes de la industria de defensa discutirán con los representantes del Pentágono los detalles del avión no tripulado. Se trata de un bombardero cuyo "borrador de petición de licitaciones", un documento de 48 páginas que invita a las empresas interesadas en participar en el programa, fue publicado en su sitio de internet por la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados del Pentágono (DARPA, por su sigla en inglés). En el documento puede leerse una invitación a las empresas interesadas en participar en el programa para que hagan los aportes que consideren relevantes.
"Falcon" deberá proveer una nueva generación de armamentos, bombarderos no tripulados y bombas que se lanzan desde el espacio incluidos, que permitirán al Pentágono atacar blancos en todo el planeta directamente desde el territorio estadounidense.
El HCV, tal el nombre asignado al bombardero hipersónico, será un vehículo capaz de volar a 12,000 kilómetros por hora, reutilizable, que podrá despegar desde un aeropuerto convencional en cualquier parte de EE.UU., llevando una carga de explosivos de 5.500 kilogramos a distancias de hasta 9.000 millas náuticas. La carga consistirá en varios tipos de municiones, incluidos misiles crucero. El Pentágono supone que el desarrollo del HCV requerirá unos 20 años de trabajo.
Según puede leerse en el documento de DARPA, “Esta capacidad liberará a los militares de EE.UU. de la dependencia de bases en otros territorios y les permitirá reaccionar de forma rápida y decisiva ante acciones desestabilizadoras o amenazantes por parte de países hostiles y organizaciones terroristas. […] La intención de este programa es que cualquier adversario de Washington sepa que sus intereses vitales están en riesgo en todo momento."
Otro de los vectores que forman parte de “Falcon” es una nueva "bomba planeador", que puede ser lanzada desde el espacio. El nombre de este ingenio es "Common Aero Vehicle" (CAV). Puede transportar hasta 450 kilogramos de explosivos, y funcionarán con cohetes descartables. Estas verdaderas “municiones guiadas” acelerarán a medida que se acercan al objetivo, impactando a velocidades tales que una simple barra de titanio podría penetrar más de 20 metros de roca sólida. Esto la convierte en ideal para su uso contra fortificaciones militares y búnkers subterráneos.
