La misma radiación de microondas que sirve para calentar una pizza puede utilizarse para freír los sistemas eléctricos de los coches. El sistema podría ser implementado por la policía para detener a conductores en fuga.
Se trata de un dispositivo que emite una radiación similar a la de los hornos de microondas convencionales (aunque con una frecuencia diferente). Cuando se la dirige hacia un coche, la energía transportada por el haz destruye la electrónica del vehículo, provocando que se detenga el motor. Según dicen los expertos, estas radiaciones no son perjudiciales para los humanos. El sistema serviría para detener conductores en fuga o inmovilizar coches que se acercan peligrosamente a embajadas, barracas militares u otros objetivos “sensibles”.
James Tatoian, CEO de Eureka Aerospace de Pasadena (California), dirige un equipo que ha estado trabajando en este sistema desde el 2003. Su prototipo mas reciente mide unos 150 centímetros de largo por unos 90 de ancho, y pesa casi 100 kg. No se trata de un aparato precisamente pequeño, pero instalado convenientemente en una patrulla, es capaz de detener un coche desde unos 15 metros de distancia.
La tecnología desarrollada por de Eureka Aerospace utiliza microondas. Pero en lugar de los 2.45 GHz empleados en los electrodomésticos, 300 MHz Esta banda está por encima de las frecuencias de radio y no son perjudiciales para los seres humanos. "No existen efectos biológicos", dice Tatoian. "Cumplimos con todas las normas existentes referidas al impacto biológico".
Una ráfaga de radiación de microondas de solo 50 millonésimas de segundo de duración alcanza para destruir componentes vitales del sistema eléctrico del coche. Según Tatoian, esta radiación puede sobrecargar la instalación eléctrica o destruir los microprocesadores que controlan las funciones vitales del coche.
Si bien 15 metros no parece una distancia demasiado grande, el equipo de Eureka Aerospace está poniendo a punto una versión capaz de funcionar a distancias mayores, lo que permitiría a las fuerzas del orden detener coches desde unos 200 metros de distancia.
El haz emitido por este aparato es completamente invisible, pero el fabricante estudia incorporarle un reflector de luz visible. Este haz permitiría al delincuente darse cuenta que su coche está a punto de ser destruido, y detenerse antes de que la situación pase a mayores.
